El presidente de la Cámara de Comercio de Cantabria, Modesto Piñeiro, ha admitido que la decisión acordada en 2010 por el anterior Gobierno de suprimir la cuota obligatoria a estas entidades les dejó "totalmente descolocados y sin ningún tipo de financiación", por lo que confía en que la nueva Ley de Cámaras, que se aprobará en verano y que fijará las funciones de estos organismos, contemple un sistema de colaboración público-privado de cara a su financiación.

Piñeiro ha explicado que las cámaras están ahora en fase de negociación, a través del Consejo Superior de Cámaras, con el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, y ha indicado al respecto que podrían tener, además de las funciones de servicios a pequeñas y medianas empresas (pymes), otras de carácter público-general, de modo que las primeras se venderán y las segundas serían financiadas por las administraciones públicas.

Entre estas últimas funciones, y tras dejar claro que ve "complicado" volver a instaurar la cuota obligatoria, Piñeiro se ha mostrado partidario de que las cámaras puedan cogestionar infraestructuras como puertos y aeropuertos, tal y como ocurre en otros países europeos.

En cualquier caso, ha comentado que no existen negociaciones al respecto, sino que se trata de una demanda hecha desde el consejo superior de cámaras para poder gestionar estos servicios, total o parcialmente, en colaboración con las administraciones, ya que las cámaras pueden aportar "cosas interesantes".

El fin es, en definitiva, buscar alternativas, ya no para la supervivencia de las cámaras, sino para dar servicios a empresas, según ha indicado en una entrevista concedida a RNE en la que participó Europa Press.

Signos ligeros de mejoría a final de año

En la misma, se ha referido a la crisis económica y ha indicado al respecto que intenta mandar un "mensaje positivo". No en vano, y aunque la situación es "difícil" porque afecta a un contexto internacional, cree que las medidas que se están adoptando y las que se tomen van a "ayudar al cambio".

Así, pueden suponer un "punto de inflexión" que "anime" a la economía y genere "confianza" entre los empresarios, y aunque como ha advertido el proceso será "largo" y la salida de la crisis "paulatina", si se aplican bien las medidas a finales de este año se podrían empezar a ver "signos ligeros de mejoría", como apuntan ya algunos datos macroeconómicos. Sobre este asunto, cree que hay que "priorizar" las inversiones pero nunca "paralizarlas", porque esto último sería negativo para la economía.

En cualquier caso, Piñeiro ha reconocido que los dos primeros meses han sido "difíciles" y "complicados", según han reflejado las propias encuestas de la Cámara que miden el nivel de confianza empresarial y que sigue estando "en niveles bajos". Por ello ha abogado por ser "más positivos" y tener "confianza en el futuro".

En este punto, ha resaltado acuerdos, como el del Gobierno de Cantabria para facilitar, a través del Instituto Cántabro de Finanzas, la financiación a pymes, el abaratamiento del suelo industrial para favorecer la implantación de empresarios e la región o los 8 millones de ayudas para la innovación. A nivel nacional se ha referido a los créditos a los ayuntamientos para que puedan pagar las facturas pendientes a acreedores y que también supone una inyección liquidez.

Con todo ello, el presidente de la Cámara cántabra cree que sería interesante que no solo las administraciones pongan en marcha estas medidas, sino también las entidades, para "empezar a normalizar el sistema". Y es que cree que tienen un papel importante a desarrollar en la coyuntura actual, ante la falta de liquidez de algunas empresas y las dificultades para acceder al crédito.

Finalmente, y en relación al comercio tradicional de los centros de las ciudades, Modesto Piñeiro ha expresado su confianza en estos negocios, que son ofrecen un trato "muy especializado" y bienes y servicios "francamente bueno". Además, cree que son necesarios porque dan "mucha vida" al centro de una ciudad.