La Audiencia Provincial de Granada ha confirmado la condena a cuatro años de prisión para un acusado de apuñalar a un hombre en el exterior de un pub de Las Gabias (Granada) el pasado 25 de diciembre de 2008 tras una discusión en el local.

En la sentencia confirmada, a la que ha tenido acceso Europa Press, constan como hechos probados que el procesado, de iniciales V.Q.F., se encontraba en el interior del pub 'Camelot' sobre las 00,30 horas de aquel día cuando coincidió con R.L., con el que inició una discusión que quedó pacificada por la mediación de otras personas.

No obstante, V.Q.F. salió después fuera del establecimiento donde también estaba el hombre con el que había discutido y con una navaja arremetió contra él clavándosela en el muslo de la pierna izquierda y causándole lesiones por las que requirió tratamiento médico y quirúrgico.

Lo que desató el incidente fue, según el denunciante, un malentendido, puesto que el acusado se creyó que R.L. le llamó 'maricón' a la salida del local, cuando en realidad ese apelativo lo dirigió en tono de broma hacia un amigo suyo. Molesto por lo que consideraba un insulto, V.Q.F. se abalanzó sobre él, cuchillo en mano, hasta alcanzarle en el muslo.

Por lo ocurrido fue condenado por un delito de lesiones el pasado mes de marzo de 2011 a cuatro años de cárcel y a indemnizar a su víctima en la cantidad de 3.500 euros, pena que ahora ha sido ratificada por la Sección Segunda, que ha rechazado el recurso de apelación interpuesto por el imputado.

El condenado recurrió el fallo al entender que la única prueba de cargo contra él era la declaración del denunciante, si bien los magistrados consideran "digno del crédito necesario" el testimonio de la víctima, que ejerció la acusación particular en el caso representado por el letrado Jorge Luis Sánchez Medina.

Además, en contra de lo que alega el condenado, señalan los magistrados, aunque el agredido presentaba signos de etilismo tras lo sucedido, no padecía un estado de embriaguez de tal intensidad "como para incapacitarle a la hora de recordar detalles del incidente" y "mucho menos para confundir a la persona de su agresor" y, de hecho, siempre estuvo "seguro" de quien le apuñaló, y aportó su nombre desde el primer momento.

La reacción agresiva del acusado, después de que creyera que la víctima le había llamado "maricón", no puede considerarse inverosímil, puesto que, según indican los jueces, "la experiencia enseña, con demasiada frecuencia por desgracia, que, en determinados ambientes, sobre todo siendo de noche y tras el consumo de alcohol" que "los motivos más intrascendentes sirven para dar pie a agresiones tan incomprensibles como desproporcionadas".