El juez da diez días al Banco Etcheverría para informar sobre las cuentas de los Ruiz-Mateos

El chófer de Ruiz-Mateos reconoce que recogía dinero en efectivo de la sucursal de la entidad
Ruiz-Mateos Saliendo De Un Taxi En Palma
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EUROPA PRESS
Ruiz-Mateos Saliendo De Un Taxi En Palma

El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ha dado diez días al Banco Etchevarría para aportar más información sobre las cuentas que la familia Ruiz-Mateos tenía en la sucursal madrileña de la entidad situada en la calle Pedro Teixeira, según informaron a Europa Press en fuentes jurídicas.

En concreto, el juez ha solicitado toda la documentación y las cartillas de firmas que reflejan las entradas y salidas de dinero que se hicieron entre 2008 y 2011 en la cuenta de la sociedad de los propietarios de Nueva Rumasa Janer & Bailye, que recibió 78 millones de euros de la sociedad Bardajera, considerada la 'caja única' de los Ruiz-Mateos.

Ruz realizó esta petición tras tomar declaración como testigo al director de la sucursal del Banco Etcheverría, José Manuel Pajares, dentro de la causa que investiga a la familia Ruiz-Mateos por la presunta estafa a los inversores de pagarés.

Según informaron fuentes jurídicas, el testigo explicó que los Ruiz-Mateos eran el principal cliente de la sucursal y que tenían depositadas un total de 98 cuentas de sociedades del grupo Nueva Rumasa. Pajares afirmó que fue uno de sus superiores quien captó a los Ruiz-Mateos como clientes en 2006, ya que era un grupo de empresas "público y notorio".

El testigo afirmó que los movimientos de dinero realizados entre las distintas cuentas podían ser "poco habituales", pero que todos quedaron reflejados en anotaciones contables, y respondían a la operativa de un "gran grupo de empresas", según las mismas fuentes. Pajares explicó que Javier Ruiz-Mateos le enviaba vía fax o correo electrónico las órdenes de las distintas operaciones entre la sociedades de Nueva Rumasa.

Además, señaló que nunca hubo salidas diarias de dinero en efectivo sin firmar por parte de los apoderados de las cuentas y que las cantidades siempre estuvieron "dentro de los márgenes razonables", por debajo de los 100.000 euros. Pajares señaló al sobrino de José María Ruiz-Mateos Zoilo Pazos, apoderado de Bardajera y de cerca de 50 sociedades de Nueva Rumasa, como uno de los apoderados que acudía a firmar.

El chófer reconoce las recogidas de efectivo.

Por otro lado, durante la mañana también declaró como testigo ante el juez el que fuera empleado y chófer del fundador de Nueva Rumasa Víctor de la Cruz, quien afirmó que llegó a recoger 1,8 millones de euros de la sucursal del Banco Etcheverría. El fiscal preguntó al director de la sucursal sobre esta afirmación, que el testigo calificó como "absolutamente falso".

De la Cruz explicó al juez que, bajo las órdenes de Javier Ruiz-Mateos, entre dos y tres veces por semana acudía a la sucursal para recoger dinero en efectivo. Posteriormente, el dinero lo entregaba en la casa familiar de los Ruiz-Mateos en Somosaguas, en el despacho del economista Manuel Sánchez Marín, en la oficina de Nueva Rumasa de la calle Pablo Iglesias, desde donde se gestionaban los pagarés, en el despacho del exabogado de la empresa Joaquín Yvancos y en las oficinas del Rayo Vallecano.

Por último, este miércoles también testificó ante el juez Rosa Naranjo, comercial del nuevo dueño de Nueva Rumasa, Ángel de Cabo, quien confirmó que fue ella quien puso en contacto en mayo de 2011 al comprador con la familia Ruiz-Mateos. Ambas partes firmaron la compra-venta del grupo el 9 de septiembre de 2011.

Naranjo explicó que el contacto surgió porque ella conocía al sobrino de Teresa Rivero, Alfonso Barón, a quien la Fiscalía Anticorrupción considera el presunto responsable del entramado societario de Nueva Rumasa en el extranjero.

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