El Tribunal de Apelación de Nápoles ha absuelto este miércoles al español Oscar Sánchez, encarcelado en Italia desde hace más de un año, del cargo de narcotráfico que pesaba sobre él y por el que fue condenado en primera instancia a 14 años de prisión, y dictaminó su puesta en libertad.
Sánchez salió de la prisión de Poggioreale, en Nápoles (sur de Italia), a las 20.45 horas de este miércoles, cinco horas después de que la juez del Tribunal de Apelación de Nápoles dictara su sentencia de absolución.
En la puerta le esperaban su hermano José Antonio, la esposa de éste y su primo Juan Fernández. A su salida isiblemente emocionado aseguró que en sus circunstancias ha sido necesaria "mucha paciencia". "Ha sido muy duro", ha afirmado Sánchez, que volverá a Barcelona este jueves.
"Estaba muy mosqueado porque hace tiempo que tendría que estar en mi casa", manifestó, quien, sin embargo, prefirió ver el lado positivo a la experiencia y aseguró que, en cierto modo, ha sido una "aventura". Así, Sánchez recordó cómo pudo ver Roma cuando fue trasladado de la cárcel romana de Rebibbia, donde permaneció encarcelado inicialmente, en una ocasión en la que fue trasladado para una declaración.
Sánchez manifestó que durante todo el tiempo que estuvo encarcelado había intentado "olvidar" dónde se encontraba y sacar el mejor partido posible de la situación y ser siempre "educado". "Espero no haber defraudado a nadie por todo lo sucedido", aseveró, a la vez que subrayó que siempre intentó actuar lo "mejor posible".
Sin embargo, pese a mostrarse jovial y optimista a la salida del penal, sí recordó alguno de los momentos negativos vividos durante este período, como las vejaciones sufridas en Poggioreale por parte de sus compañeros de celda, de los que recibió insultos e incluso llegaron a quemarle con cigarrillos.
Fue entregado a Italia en 2010
La jueza encargada del caso en su veredicto decidió la excarcelación de Oscar Sánchez al considerar que no cometió los hechos que se le imputaban. El veredicto llegó después de examinar los resultados de las últimas pruebas de foniatría encargadas a expertos designados por ella misma para esclarecer si la voz de Sánchez y la que aparece en unas grabaciones aportadas como prueba por la acusación se correspondían.
Las dos pruebas periciales presentadas coincidieron en que no se trataba de la misma voz. Uno de los peritos, Luciano Romito, compareció durante la vista y explicó que se había hecho un análisis lingüístico en el que se determinó que el español que se oía en las pruebas eran diferentes, pues uno era propio de España y el otro de Latinoamérica.
También los peritos compararon el conocimiento de italiano y se estableció que Sánchez no tenía el mismo grado de idioma que se notaba en las conversaciones interceptadas y que sirvieron como prueba para la acusación en primer grado. A raíz de estas conclusiones también la fiscalía pidió la absolución del español.
Su defensa ha siempre mantenido que de acuerdo con las investigaciones de la Policía española, Sánchez, un lavacoches de la localidad barcelonesa de Montgat (España), fue víctima de una suplantación de identidad por parte del mafioso uruguayo Marcelo Roberto Marín, detenido en España por orden del juzgado de instrucción de Telde, en la isla de Gran Canaria.
Sánchez fue entregado a Italia a mediados de 2010 por la Audiencia Nacional a requerimiento de las autoridades italianas y fue juzgado en mayo de 2011 en Nápoles. El español fue condenado en primera instancia por el Tribunal de Nápoles a 14 años de cárcel al ser considerado como el jefe de una banda de traficantes de cocaína entre España e Italia, al parecer a raíz de esa confusión de identidades, según las autoridades españolas.
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