En declaraciones a los periodistas antes de celebrar una asamblea de delegados en la plaza de San Agustín de la capital gaditana para "explicar, motivar y pedir" a los trabajadores que secunden la huelga general, Carbonero ha asegurado que la intención es que participen, además de los trabajadores de los sectores público y privado, los pensionistas "porque también se ve amenazado el sistema de Seguridad Social".

Según ha explicado, la reforma laboral está propiciando "un mayor número de despidos, el relevo del empleo estable por empleo precario, está generando una brecha ente hombres y mujeres, y se está utilizando de forma perversa el contrato a tiempo parcial". Además, ha apuntado que no sólo "abaratan el coste del trabajo" sino que están "empobreciendo tremendamente a la gente, bajando el poder adquisitivo y la demanda interna en el país".

Ante ello, ha pedido a los trabajadores que secunden la huelga, indicando que el ambiente en las asambleas es "muy positivo" a favor de la misma porque los trabajadores "están muy descontentos y cabreados con la política que está practicando el PP".

En este sentido, ha pedido al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y al PP que "no utilicen más la crisis y Europa para justificar las políticas de recorte y retrocesos", apuntando que los culpables de la situación no es Europa, sino "los gobernantes de Europa, en este caso la derecha europea y española, que están exclusivamente al servicio de los empresarios y el capital, respaldando solo a los ricos".

Asimismo, ha argumentado que el Plan de Saneamiento y el de pago a proveedores de los ayuntamientos, lleva aparejado "un plan de ajuste de despidos de los ayuntamientos, que también se hará en las comunidades autónomas". Por tanto, Carbonero cree que los derechos y el empleo "nunca han estado tan en riesgo como ahora".

Por último, ha instado a la ciudadanía a que salgan a votar el próximo domingo, "sin pedir el voto para nadie", aunque ha animado a "reflexionar" para no dar el voto "a los que tienen políticas de recortes y de retrocesos que lo que hacen es empobrecer a los trabajadores".

Por su parte, el vicesecretario de Organización de UGT-A, Francisco Fernández, ha asegurado que la huelga general no es el fin de los sindicatos, "sino la consecuencia a la que nos ha llevado el Gobierno tras la reforma laboral y su negativa a negociar", añadiendo que vivimos "la mayor agresión que hemos sufrido los trabajadores en la democracia, ya que de golpe y porrazo nos han dejado desnudos de los derechos conquistados hasta la fecha".

Ha instado a los trabajadores a leerse "la letra pequeña" del decreto de reforma laboral "porque todos los artículos afectan al conjunto de los trabajadores: a los activos, del sector privado, del público y los futuros trabajadores".

Finalmente, ha criticado la intención del Gobierno de "querer desactivar la huelga diciendo que no servirá para nada", pero ha animado a secundarla "porque si no hay huelga, sí que no servirá para nada". Además, ha pedido a los empresarios que dejen de ser "piquetes coactivos", haciendo un llamamiento para que sean "democráticos" y "dejen a los trabajadores participar".