El padre del presunto ciberacosador Jorge M.C., quien se enfrenta a 359 años de prisión por pornografía infantil, ha asegurado en el juicio que el ordenador que la Policía intervino a su hijo en su casa de Chipiona (Cádiz) era utilizado por familiares y amigos de sus dos hijos y ha manifestado que incluso la familia se llevaba ese ordenador a sus viajes a Sevilla.

Alfonso M.C. ha testificado en la séptima sesión del juicio que celebra la Audiencia Provincial de Madrid contra Jorge M.C. En su declaración, el padre ha defendido a su hijo y ha recalcado que cualquier podía entrar en su ordenador, ya que éste les daba la contraseña. "Eran habitual en casa las reuniones con amigos y familiares. Incluso mi mujer y yo utilizábamos el ordenador", ha señalado.

En su turno, la abogada Carmen Carcelén, que representa a varias de las víctimas, ha recordado al padre que de los análisis psiquiátricos a su hijo se desprende que sufre una fobia social que le impide relacionarse con la gente, a lo que éste ha contestado que "dentro de casa", sí se relacionaba.

Asimismo, el padre de Jorge ha denunciado el trato dispensado por la Policía durante el registro practicado en su domicilio en octubre de 2008. Según su versión, los agentes lo manipularon todo y metieron discos en el ordenador.

"No nos indicaron que querían comprobar el contenido del ordenador", ha dicho y ha asegurado que en un primer momento pensó que los agentes iban contra su otro hijo, sin imaginar que se trataba de algo relacionado con Jorge.

Por otro lado, los interrogatorios a las ochenta víctimas han concluido esta mañana. Por ello, el tribunal pasará este miércoles a practicar la prueba pericial con la comparecencia de los agentes de la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT).

En varios de los interrogatorios, el fiscal ha leído a las jóvenes conversaciones encontradas en el ordenador de Jorge para ratificar que se trataba de amenazas contra ellas. "¿Te crees que puedes escapar de mí?. ¡Ahora vas a saber lo que es estar jodida!. Vas a tener ganas de estar muerta. Y que sepas, que voy a poner una denuncia contra tus padres por colgar fotos tuyas porque yo controló tu IP", señala una de las amenazas.

Éste es el extracto de una de las conversaciones intervenidas y que se refieren a una charla de agosto de 2008 con una menor. Entre sollozos, la chica ha relatado que se sintió intimidada porque las amenazas cada vez iban a más.

Acusación de la fiscalía

Según el fiscal, el procesado durante la segunda mitad de 2007, 2008 y comienzos de 2009 ocultó en Internet su verdadera identidad y edad, utilizando fotografías de adolescentes o jóvenes. De este modo, contactó en distintos sitios web, con personas, muchas de ellas menores, con las que iniciaba conversaciones en el messenger. En éstas, el acusado charlaba sobre cosas diversas y también temas sexuales.

Al mismo tiempo, conseguía las contraseñas de Messenger utilizadas por esas personas. Una vez que tenía el dominio de las cuentas, les hacía ver a sus usuarias que disponía del contenido de los mensajes para chantajearlas.

"Ello producía una situación de angustia sobre las chicas, que comprobaban que nada servía si le borraban o readmitían porque se agregaba desde otra cuenta, llegando a utilizar varias cuentas para acosar a uno víctima", señala la Fiscalía.

Según el fiscal, en algunas ocasiones les dijo que conocía donde vivían y les decía que iría allí y les haría la vida imposible. Así, logró que varias de las víctimas accedieran a sus requerimientos de enviarle fotografías y vídeos o que se mostraran desnudas en la webcam.

A raíz de la denuncia de una de las chicas en Madrid, la Policía solicitó al juez que oficiara a Microsoft para que informara sobre todos los datos de tráfico de comunicaciones que dispusiera sobre sus cuentas.

El procesado fue detenido en Chipiona (Cádiz) después de que la Policía comprobara que desde su domicilio en la calle Estrella Polar se habían realizado las conexiones con las citadas cuentas.