El presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, Vicente Tirado, ha destacado el carácter "romántico y soñador" de la Constitución de Cádiz de 1812, 'la Pepa', y ha defendido que sirvió para transformar la sociedad y para poner los cimientos para desarrollar la nación española.

Tirado ha realizado esta manifestaciones durante su intervención en el programa de televisión que se ha celebrado este lunes desde el Parlamento regional para conmemorar el bicentenario de la aprobación de la constitución de 1812.

Según Tirado, 'la Pepa' fue una las primeras constituciones "democrática y liberal" que más derechos y libertades constitucionales aportó, lo que hizo que se "exportara" a otros países como Italia y Portugal.

"Fue un gran acierto de todos y cada uno de los parlamentarios a Cortes en Cádiz dotarse de una de las constituciones más vanguardistas de todo el mundo, que sirvió para poner las bases que luego se han ido perfeccionado para tener un Estado democrático y de derecho", ha defendido.

Constitución del 78

Dicho esto, el presidente del Parlamento castellano-manchego se ha referido a la Constitución de 1978, que a su juicio ha aportado "los 30 años más importantes de paz, libertad, progreso y desarrollo para el pueblo español".

No obstante, ha dicho que en la última Carta Magna hay que hacer las reformas "que sean necesarias", como permitir que en línea sucesoria a la Corona puedan concurrir un hombre o una mujer sin discriminación de sexo.

"Sería una reforma en la que todo el mundo estaría de acuerdo, porque la igualdad que establece la Constitución española se reflejaría de forma más clara con ese cambio tan importante", que según Tirado, debería hacerse por medio del "diálogo y el consenso".

"Hay que fijarse en los constituyentes españoles de 78 que fueron capaces cada uno de aportar lo mejor de sí mismos desde ideologías tan diversas", ha manifestado también el presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha, que ha incidido en la necesidad de seguir trabajando desde los distintos parlamentos "haciendo pocas pero buenas leyes, porque la inflación legislativa no es buena".

Tras precisar que el Estado de las Autonomías que contempla la Constitución de 1978 "ha sido muy beneficioso y positivo" para el país, ha incidido también en la necesidad de "perfeccionar los desmanes que se han hecho en las autonomías", a fin de recudir instituciones y acabar con duplicidades, como por ejemplo el defensor del pueblo.