Los Veintisiete han apoyado la propuesta de la comisaria de Pesca, Maria Damanaki, para endurecer las medidas contra el 'finning' —una práctica que consiste en cercenar las aletas de tiburón y devolver el animal al mar—, en concreto obligando a los buques a desembarcar el animal entero, sin las aletas amputadas.

El cercenamiento de las aletas de tiburón está prohibido en la Unión Europea desde 2003, pero se prevén salvaguardas para autorizarlo en "circunstancias excepcionales y bajo determinadas condiciones", para que puedan desembarcar las aletas y el cuerpo en puertos diferentes. Los cambios que promueve Bruselas y que este lunes han apoyado los gobiernos europeos pondrían fin a estas excepciones.

La amputación de las aletas se realiza a menudo con el tiburón aún vivo y responde al alto valor comercial de las aletas, frente al escaso precio que se paga por la carne de tiburón.

Tras el pronunciamiento del Consejo de ministros de Pesca de la Unión Europea corresponde ahora al Parlamento Europeo votar su posición sobre estas medidas más estrictas, antes de que la cuestión vuelva a los Veintisiete para su respaldo formal y entrada en vigor, han indicado fuentes comunitarias, que han evitado dar plazos concretos.

Reunión en marín (PONTEVEDRA)

El pasado 16 de febrero, Cepesca expresó su intención de ayudar a la Comisión Europea (CE) a acabar con el finning "extendiendo el aprovechamiento integral de las capturas de tiburón que hace la flota palangrera española".

Reunida en Marín (Pontevedra), la flota española de palangre de superficie acordó ponerse a disposición de la CE en su objetivo, compartido con los armadores, de acabar con esta práctica fuera de la Unión Europea y de mejorar la gestión de las pesquerías de tiburones a través de las Organizaciones Regionales de Pesca.