El Hospital Vall d'Hebron de Barcelona separa a dos siamesas que compartían el hígado

  • Núria y Marta nacieron por cesárea programada el 10 de agosto pasado, tras una malformación que se detectó por ecografía a las 12 semanas de gestación.
  • Los cirujanos separaron a las siamesas en una compleja operación de siete horas.
  • "Están muy bien y aunque los primeros días se echaban de menos, ahora Marta busca a su hermana, pero Núria no", relata contenta la madre.
Las siamesas Marta y Núria con su madre y su abuela, respectivamente, un mes después de haber sido operadas con èxito en el hospital Vall d'Hebron de Barcelona.
Las siamesas Marta y Núria con su madre y su abuela, respectivamente, un mes después de haber sido operadas con èxito en el hospital Vall d'Hebron de Barcelona.
Esther Romagosa / ACN
Las siamesas Marta y Núria con su madre y su abuela, respectivamente, un mes después de haber sido operadas con èxito en el hospital Vall d'Hebron de Barcelona.

Meritxell no había asumido aún que tendría gemelas cuando le anunciaron que eran siamesas, que estaban unidas por el abdomen y que compartían el hígado. Un equipo del Hospital Vall d'Hebrón de Barcelona ha logrado separarlas con éxito por primera vez en Catalunya y ahora son dos hermosos bebés de siete meses.

"Son niñas individuales y no han tenido, ni tendrán en el futuro, ninguna complicación", ha explicado este lunes el codirector del programa de cirugía fetal de Vall d’Hebron, José Luis Peiró, quien recuerda que solo se da un caso de siameses por cada 200.000 nacimientos y que el índice de supervivencia oscila entre el 5 y el 25% en el momento del nacimiento y del 53%, tras la separación.

La malformación fue diagnosticada a las 12 semanas de gestación y a las 32 se practicó una cesárea para garantizar la supervivencia de los bebés y evitar complicaciones a la madre. Las pequeñas nacieron el 10 de agosto, con un kilo y medio de peso cada una, y recibieron el alta hospitalaria a los 27 días.

"Se echaban de menos"

"Se han vuelto locos, cómo me las voy a llevar a casa", pensó Meritxell entonces. La intervención se preparó con minuciosidad y las pruebas médicas permitieron constatar que el único órgano que compartían las siamesas era el hígado, aunque cada una tenía su propia vesícula biliar.

La operación, duró menos de siete horas, tuvo lugar el 27 de febrero, cuando Marta y Núria tenían seis meses y pesaban 15 kilos en total, edad y peso que permitían reducir riesgos, según explicó Peiró. La separación fue un éxito y las pequeñas después recibieron el alta una semana después.

"Están muy bien y aunque los primeros días se echaban de menos, ahora Marta busca a su hermana, pero Núria no", relató contenta Meritxell, quien admitió que para ella "siempre fueron dos bebés en casa, pero para la gente de la calle eran dos siamesas".

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