Once mujeres muestran su visión de las cárceles, 'hogar' para nueve millones de personas

  • 'Cruel and Unsual', el título de la exposición, está tomado de la Carta de Derechos del Reino Unido y la Constitución de los EE UU.
  • Ambas leyes prohiben el castigo 'cruel y fuera de lo corriente' a los prisioneros.
  • La muestra abre una reflexión sobre la imagen que tenemos de las cárceles, el sentido de la justicia y la decencia.
En 'Niños tras las rejas', Lizzie Sadin retrata cómo los niños que llegan al correccional de Fresno son rasurados mientras un guardia los amedrenta
En 'Niños tras las rejas', Lizzie Sadin retrata cómo los niños que llegan al correccional de Fresno son rasurados mientras un guardia los amedrenta
© LIZZIE SADIN
En 'Niños tras las rejas', Lizzie Sadin retrata cómo los niños que llegan al correccional de Fresno son rasurados mientras un guardia los amedrenta

En las cárceles del mundo viven nueve millones de personas y la cifra está en drástico aumento. ¿Qué hacen los cuerpos social y político para que las condiciones de estos seres humanos sean dignas? ¿Qué sabemos de quienes están obligados a considerar hogar a una prisión?

Las incómodas preguntas son la base de una exposición colectiva de once fotógrafas, comisionadas por la galería Noorderlicht, de Groninga (Holanda). La muestra se titula Cruel and Unusual (Cruel y fuera de lo corriente), una expresión tomada de la Bill of Rights, la Carta de Derechos inglesa de 1689, y octava enmienda (1791) de la Constitución de los EE UU. Ambos textos legales prohiben el castigo "cruel y fuera de lo corriente" a los prisioneros.

La exposición, que permanecerá abierta hasta el uno de abril, quiere mostrar la forma en que sistema de prisiones "es presentado en imágenes y cómo son creadas, distribuidas y consumidas esas imágenes". Los organizadores se preguntan: "¿De qué modo llegan a entender los ciudadanos, que pagan impuestos y son seres humanos empáticos, la vida en las cárceles y qué información reciben, sea o no politizada?".

Las fotógrafas seleccionadas ofrecen visiones, "en ocasiones desconcertantes", qué reformulan el debate sobre las encarcelaciones masivas de delincuentes y cómo "han cambiado nuestros criterios sobre la decencia y la justicia". Los acercamientos de las artistas al tema son muy variados: hay trabajos de fotografía amateur, procesos alternativos, textos, imágenes pintadas, manipulaciones digitales y fotos de estilo documental tradicional en blanco y negro.

La identidad de los condenados a muerte

Mientras Alyse Emdur (EE UU, 1983) ha optado en Prison Landscapes (Paisajes de prisión) por retratar a 150 internos de cárceles estadounidenses frente a los murales decorativos que ellos mismos pintan en los cuartos destinados a recibir visitas,  Amy Elkins (EE UU, 1979) presenta en Black Is The Day, Black is the Night - Not the Man I Once Was (Negro es el día, negra es la noche - No soy el hombre que fui) una reflexión sobre la identidad de condenados a sentencias de cadena perpetua o muerte.

El reportaje de Araminta de Clermont (Reino Unido, 1971), Life After (Vida después) está dedicado a las pandillas de Numbers, los temidos clanes sudafricanos cuyos miembros son considerados reyes de las cárceles del país.

La estadounidense Brenda Ann Kenneally se dedica al periodismo independiente desde hace una década, documentando asuntos sociales de la zona en la que vive, Brooklyn (Nueva York). Su libro Money, Power, Respect; Pictures of My Neighborhood (Dinero, Poder, Respeto. Fotos de mi barrio), del que presenta una selección, ha recibido varios premios.

Casas nuevas, cárceles viejas

En una órbita parecida -el retrato de las fronteras de las cárceles o de los lugares tocados por ellas- Christiane Feser (Alemania, 1977) muestra en Neighborhood Prisions (Barrios de prisiones) como las casas residenciales que limitan con los centros penitenciarios son mucho más modernas que estos.

En clave de antropología social, el proyecto de Jane Lindsay, Gems (Gemas), muestra chapas de botellas con retratos en el anverso, utilizadas en el siglo XIX en las cárceles americanas como señal de identidad. Deborah Luster (EE UU,  1951) ronda el mismo enfoque en One Big Self: Prisoners of Louisiana, una colección de fotos históricas de cárceles del sur estadounidense, entre ellas la tristemente famosa de Angola.

Los niños en prisión

Las reporteras Lizzie Sadin, Nathalie Mohadjer y Yana Payusova abordan temas documentales relacionados con la encarcelación infantil. La primera, en EE UU, en Children Behind Bars (Niños tras las rejas); la segunda, en Burundi, en The Dungeon (La mazmorra), y la última, en Rusia, con Russian Prison Series.

El comisario de la exposición, Pete Brook, editor del blog Prison Photograhy, es también el encargado de la edición del catálogo de Cruel and Unusual, una publicación en formato de periódico, disponible online, con información complementaria, entrevistas con las fotógrafas y otro material de documentación.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento