BIO Es madrileña y tiene 43 años. Le gusta disfrutar de la playa, la comida. Es irónica y muy rápida mentalmente. No pierde detalle.

Estamos en el plató de Globomedia donde Carmen rueda

Nos escondemos en el camerino y echamos un cigarro sin llamar mucho la atención.

Preparando las maletas para las vacaciones...

(Risas.) Ya falta poquito para cogerlas, la verdad.

¿Dónde se irá?

A Cádiz, como cada año. A la playa, a relajarme y olvidarme del mundo.

¿Se irá sola?

(Risas.) Con el que me voy desde hace siglos, mi chico, el de siempre.

¿No le han despertado el Jonatán y la Lorena el instinto maternal?

Con el Jonatán menos (risas). Fuera de bromas, no sé, pero nunca he tenido instinto maternal. Quizás cuando me haga más vieja de lo que soy me arrepienta, pero por ahora estoy encantada.

¿No le gustan los niños?

Sí que me gusta el mundo de los niños, pero eso es una cosa y que sea mío es otra. Lo volvería loco.

No es tan hiperactiva y nerviosa como parece en la televisión...

Porque estoy muerta, pero soy muy pesada. Mis amigos me tienen que decir Carmen, para, hija.

¿Os lleváis tan bien como parece?

Es de verdad. Aquí pasa como pasaba en 7 vidas, que trabajamos muy a gusto porque hay muy buen ambiente.

Y con los niños de la serie...

(Risas.) Éstos son todo unos profesionales. Trabajando ni se nota que son pequeños.

¿Cómo está Amparo Baró tras la despedida de 7 vidas?

Afectada como todos. Es mucho tiempo trabajando y da un poco de melancolía. Eso ya era como una familia.

¿Se ven muy a menudo?

¿Con Amparo?

Con todos...

Cuando podemos quedamos y tomamos algo juntos. Gonzalo de Castro, Amparo, Anabel Alonso...

¿Algún otro proyecto por ahí?

Descansar un poquito.

* Tele 5. Domingo, a las 22 horas.