Diecinueve años de dolor en las entrañas, de diagnósticos fallidos, de acusaciones de locura e hipocondría, de depresión... no tienen precio. Sin embargo, la justicia catalana se lo ha puesto: 300.000 euros es la indemnización que recibirá Isabel Mercader, una paciente a la que no se le detectó ni trató su dolencia tras 150 visitas a centros médicos durante casi dos décadas. Desde que acudió a la sanidad privada y el doctor Santiago Dexeus la operó, no ha vuelto a pisar un pasillo de urgencias.

¿Los dolores empezaron tras la ligadura de trompas que se hizo en 1984?

Sí, me intervinieron en el hospital de Sant Boi. Al mes siguiente, cuando me vino la regla, tuve unos dolores horribles. Me tuvieron que llevar a urgencias y dijeron que era un embarazo ectópico, pero cuando me hicieron una ecografía, se dieron cuenta de que se habían equivocado.Y así un mes, otro mes... siempre con dolores.

¿Cómo describiría ese dolor?

Era un dolor en la zona pélvica tan fuerte que me daba golpes contra la pared. Era como si alguien me arrancara trozos de carne, pero me creían loca. Era tan horrible que no podía tener relaciones sexuales con mi marido y sufría constantes hemorragias.

¿Y cuántos años duró?

Fueron 19 años de mi vida, desde los 25 años. Ahora tengo 52. Me levantaba con el dolor y me acostaba con el dolor. Iba casi cada mes al ginecólogo. No tenía vida sexual y mis hijos padecieron mi depresión, que me duró cinco años.

¿A qué hospitales iba para que la trataran los médicos de urgencias o el especialista?

Al Hospital de Sant Boi y al de Bellvitge.

¿Cuántos diagnósticos diferentes le dieron?

Tantos, que no lo sé. Me llegaron a hacer siete laparoscopias. Me dijeron que sufría dismenorrea, cistitis, embarazo ectópico, un tumor, álgias pelvianas, salpingitis, infección por Escheria Coli, cólico nefrítico, adherencias...

¿Y qué soluciones le dieron en estos hospitales públicos?

Un médico del Sant Boi me dijo que tenía que ir al sexólogo porque decía que si no quería tener relaciones sexuales con mi marido era porque tenía un trauma de la infancia, aunque yo le explicaba que era porque me dolía. Y decía que las hemorragias me las provocaba yo misma porque estaba obsesionada con el dolor. Pero, ¿qué persona se inventa un dolor durante 19 años de su vida?.

¿Y en el de Bellvitge?

Un especialista me miró y le dijo muy preocupado a mi marido que tenía un tumor del tamaño de una naranja. Los dos nos fuimos llorando, pero luego me hicieron una eco y nos informaron de que no tenía ningún tumor. También me dijeron que hiciera yoga, acupuntura o tai chi, que me vendría muy bien. Al final, reconocieron que no sabían lo que tenía y me dijeron que me fuera a otro centro médico.

¿Y a cuál se fue?

Me volví a Sant Boi. Allí estuve ingresada por los fuertes dolores. Un día, cuando me desperté de la anestesia, tras una prueba, los médicos le dieron una cinta de vídeo a mi marido y le dijeron que yo era una hipocondríaca, vamos que estaba loca.

Y entonces se fue a la privada...

Sí, llamé al Instituto Dexeus y me atendió el doctor Santiago Dexeus. Fue en noviembre de 2003, me miró y ya vio lo que tenía: un mioma, endometriosis y que me habían cortado las trompas por donde no se debía.

Y la operó.

Sí, al mes siguiente, el 17 de diciembre. A raíz de esa operación no he vuelto por urgencias y tengo unas relaciones sexuales satisfactorias.

¿Y cuándo decidió denunciar al Institut Català de la Salut?

Cuando me dí cuenta de que el doctor Dexeus me había curado para siempre. Pensé en los 19 años de mi vida y de mi juventud que me había perdido y en recuperar las 1.700.000 pesetas que me costó la operación y que tuve que pedir a mi familia. Quería demadar al ICS para que la Seguridad Social se hiciera cargo de ese gasto, pero mi abogado, César Querol, al que le debo mucho, me dijo que había sido una gran negligencia médica y que debían indemnizarme.

¿Qué pensó cuando supo que la indemizarán con 300.000 euros?

Que todos los médicos que decían que estaba loca, verán que no lo estoy.

¿Y ahora sigue usando la sanidad pública?

Tengo una mutua privada, pero me tratan, a veces, de un pequeño problema de cardiología.