El río Pisuerga siempre ha estado ahí, aunque «la ciudad le haya dado la espalda durante años», según reconoce el alcalde.Aguas que cruzan nuestras vidas con historias que contar si se observa detenidamente. Eso es lo que se pretende con una nueva ruta, El Pisuerga urbano, que sale del embarcadero de las Moreras, llega hasta el puente de García Morato y vuelve al inicio por la otra orilla. 15 paradas establecidas y un folleto orientativo (del que se han editado 75.000 ejemplares) que nos guía la mirada hacia las aves, los árboles o los antiguos lavaderos.
Naturaleza urbana
El folleto, elaborado tras meses de observación por los biólogos Juan Carlos Utiel y Miguel Ángel Pinto, está disponible sólo en la oficina de turismo del Campo Grande. No hacen referencia a los sonidos, pero las bocinas de los coches y los gorjeos de los pájaros se van sustituyendo en un primer plano.
Cuidar los detalles
Se tarda una hora en recorrer los 3,1 kilómetros de sendero, eso sí, se recomiendan zapatillas. El paseo podría ser más agradable si el camino estuviera completamente limpio de restos de botellones, ramaje y el barro que producen los aspersores mal regulados que, si no estás atento, te calan. Una ruta sobre el papel, porque en el terreno poco lo indica.
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