Muestran en Perú los restos de las primeras víctimas por arma de fuego halladas en América

  • Una exposición relata la crudeza de una batalla que en 1536 enfrentó a las afueras de Lima a la población nativa con los primeros colonizadores españoles.
  • Los restos pertenecen a los 4.000 o 5.000 nativos que intentaron conservar "con mucha fuerza" su territorio.
  • Las excavaciones realizadas por el arqueólogo Guillermo Cock han permitido recuperar casi 2.000 fardos funerarios de la población que habitaba esa área.
Cráneos impactados por proyectiles, expuestos en la muestra 'Puruchuco. Rebelión inca', en Lima (Perú).
Cráneos impactados por proyectiles, expuestos en la muestra 'Puruchuco. Rebelión inca', en Lima (Perú).
EFE
Cráneos impactados por proyectiles, expuestos en la muestra 'Puruchuco. Rebelión inca', en Lima (Perú).

Los testimonios sobre las primeras víctimas por arma de fuego halladas en América se muestran por primera vez en la exposición Puruchuco. Rebelión inca, donde se relata la crudeza de una batalla que en 1536 enfrentó a las afueras de Lima a la población nativa con los primeros colonizadores españoles.

Esta historia estuvo enterrada hasta hace pocos años en las inmediaciones del complejo administrativo y ceremonial de Puruchuco, que fue habitado por las civilizaciones precolombinas desde unos 200 años antes de Cristo hasta erigirse como centro del señorío de Lati, uno de los principales del valle del río Rímac.

El arqueólogo Guillermo Cock, que rescató a estos guerreros para ahora darles voz y que ha sido el curador de la exposición, declaró que es "la primera vez que este material se expone ampliamente, aunque tan solo se conozca entre el 15 y 20% de lo que esconde el lugar".

Restos y objetos hallados

La exposición, que se podrá ver hasta julio en el Museo de la Nación, narra las etapas históricas de este sitio ubicado al este de Lima que acoge "la necrópolis precolombina más grande que se conoce" en el país tras el paso de diferentes culturas.

Los tres periodos de excavaciones realizados por Cock han permitido recuperar casi 2.000 fardos funerarios de la población que habitaba esa área.

Durante las investigaciones se constató que alrededor de 70 personas presentaban señales de haber recibido una sepultura apresurada y sus restos mostraban "signos de una violencia extrema, que nunca antes se había registrado en Perú, por tratarse de señales de armas europeas, cortantes y contundentes", señaló Cock.

Estos restos pertenecen a los 4.000 o 5.000 nativos comandados por el general Quiso Yupanqui que intentaron conservar "con mucha fuerza" su territorio, en una batalla que tuvo como escenario Puruchuco ante "120 españoles apoyados por otros 2.000 o 3.000 nativos", cuyas armas de fuego marcaron la diferencia en la batalla.

Uno de esos proyectiles, que según Cock posiblemente procedía de un arcabuz español del siglo XVI, impactó en la parte superior del cráneo de una de las víctimas, cuya cabeza presenta un amplio agujero de entrada.

Además de esa calavera agujereada, destaca la de un personaje que Cock denomina 'Mochito' (se les llama mochos en Perú, a las personas que han perdido sus extremidades), quien fue enterrado con un poco más de meticulosidad que el resto de sus compañeros y presenta "múltiples heridas y fracturas por pisadas de caballo" hasta que fue rematado "con una lanza en su cabeza".

Las fotografías exhiben el proceso de desenterramiento y de desenfardelamiento de algunos de los restos hallados en la zona más afectada por la prolongación de la actual avenida Javier Prado, mientras que unas infografías representan la distribución de construcciones del lugar con "estructuras masivas".

También se muestran hasta 60 objetos, entre los que se incluye la representación de uno de los fardos funerarios, una serie de herramientas y telas y una muestra de vasijas de cerámica que destacan por "una calidad que refleja una población de alto rango".

Una excavación amenazada

La exposición se presenta después de que a inicios de este año se desatara una polémica cuando la municipalidad del distrito de Ate-Vitarte anunciara que iba a recortar el sitio arqueológico de Puruchuco para permitir la ampliación de la avenida Javier Prado.

Después de la protesta de instituciones como el Ministerio de Cultura, la municipalidad distrital aceptó modificar el proyecto para que se haga un túnel.

La directora de Museos y Bienes Muebles del Ministerio de Cultura, Luisa María Vetter, señaló, al respecto, que la exposición persigue "reforzar la identidad de los peruanos ante sus ancestros y sus raíces" con el objetivo de cuidar el patrimonio cultural.

"Queríamos mostrar al público que (Puruchuco) era un cerro sagrado, donde había arquitectura piramidal y cementerios, sobre todo en la etapa inca, con un cementerio donde se ven parte de los nativos que fallecieron en el enfrentamiento con los conquistadores", destacó Vetter.

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