El Ayuntamiento de Barcelona ha desalojado este viernes el número 18 de la calle Banys Vells del barrio del Born, ocupado ilegalmente desde hace un año y medio y que se había convertido en un refugio de ladrones y pequeños traficantes de droga que utilizaban el inmueble como base de operaciones.

Según ha informado el Ayuntamiento, han declarado inhabitable el edificio por su largo expediente de desperfectos y problemáticas que certifican el mal estado de los pisos, con informes en esta misma línea de las compañías de suministros, la Agencia de Salud Pública y la Oficina de la vivienda de Ciutat Vella.

La Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra han desalojado el edificio por orden judicial, con 11 viviendas que estaban siendo ocupadas de forma ilegal por 30 personas, un inmueble que no tiene actualmente propietario porque está en concurso de acreedores para asignarle una propiedad, según ha avanzado BTV.

Mientras dure el concurso y todo el procedimiento, el edificio quedará cerrado y tapiado, y antes de que pueda volver a ser habitado el nuevo propietario deberá asumir las reformas necesarias para hacer habitable el inmueble. En este edificio, los vecinos habían manipulado la instalación eléctrica para captar el servicio de manera fraudulenta, y el sistema de saneamiento tenía filtraciones de aguas residuales, además de tener vigas en mal estado, entre otras afectaciones.

Fuentes vecinales y comerciantes de la zona, que prefieren mantener el anonimato para evitar represalias, aseguran que las personas que vivían o pasaban por el edificio se dedican a robar por esta zona turística de la ciudad y a vender droga, además de que muchos de ellos son toxicómanos y protagonizan peleas constantes.

Según ellos, el edificio recibía decenas de visitas para comprar droga o para utilizarlo de escondite cuando habían cometido un robo, y de hecho, la policía identificó a más un centenar de personas durante el año que ha hecho seguimiento del caso.

Según comerciantes, varios de los residentes del inmueble se colocaban en esquinas transitadas del barrio para vender droga a eventuales compradores, y tenían clientes de todo tipo, no solo personas marginales. Fuentes conocedoras del caso aseguran que uno de los vecinos se dedicaba a la venta de heroína, aunque no se descartaba que en el bloque se trapicheara con otras drogas como la marihuana.

Algunos residentes en este edificio, según vecinos, se dedican a los tirones en las zonas turísticas de la iglesia de Santa Maria del Mar y del entorno del Museu Picasso, en la calle Montcada, y de hecho, comerciantes afirman que en el portal de la vivienda se habían encontrado bolsos tirados por el suelo. Una comerciante de la zona relata que una vez una de las vecinas del inmueble le fue a comprar una joya y se sacó un fajo de billetes de 100 y 500 euros, con los que pagó una pieza a 100 euros.