Grecia se muestra optimista sobre la alta participación de acreedores en la quita de deuda

  • La reestructuración de esa enorme deuda significará la condonación de unos 107.000 millones de euros a través de un canje de los bonos actuales.
  • Entre la treintena de bancos y aseguradoras que se han sumado a la quita se encuentran el alemán Deutsche Bank, el francés BNP Paribas y el español BBVA.
  • El plan exige que al menos una participación del 75% de la deuda para que Grecia pueda recibir el rescate.
Imagen de archivo de una bandera griega, con el Parlamento del país al fondo.
Imagen de archivo de una bandera griega, con el Parlamento del país al fondo.
ARCHIVO
Imagen de archivo de una bandera griega, con el Parlamento del país al fondo.

El plazo para que los acreedores privados de Grecia se sumen al programa del Gobierno heleno de reestructuración de su deuda expira este jueves, un plan que exige que al menos una participación del 75% de la deuda para que Grecia pueda recibir el segundo rescate de 130.000 millones de euros.

A pocas horas de que expire el plazo de inscripción, las 21. 00 hora española, las autoridades de Atenas confían en que la mayoría de los acreedores se sumen a un proceso necesario para evitar la quiebra del país. El Instituto Internacional de Finanzas (IIF), que representa a la banca privada internacional, anunció este miércoles que los tenedores que han decidido acudir a la quita suman ya 84.000 millones de euros de deuda griega, un 40,8% del montante total a reestructurar. La quita, oficialmente llamada PSI (Participación del Sector Privado) afecta a 206.000 de los más de 360.000 millones de euros que adeuda el país mediterráneo.

La reestructuración de esa enorme deuda significará la condonación de unos 107.000 millones de euros a través de un canje de los bonos actuales por otros depreciados algo más de la mitad de su valor.

Entre la treintena de bancos y aseguradoras que se han sumado a la quita se encuentran los alemanes Deutsche Bank y Commerzbank; los franceses Societé Generale, BNP Paribas y AXA; el español BBVA; los italianos Intesa San Paolo y Unicredi; el Royal Bank of Scotland y HSBC, entre otros. También participarán dos bancos públicos griegos, el Banco Postal de Grecia y ATEbank.

Igualmente, ocho fondos de pensiones públicos griegos -que poseen 2.700 millones de euros en deuda griega- anunciaron su participación, mientras que dos cajas de la seguridad social, con deuda por 1.700 millones de euros, está en proceso de decidirlo. Los tenedores que han confirmado su inclusión en la quita suman al menos 90.000 millones de euros.

"El número cambia cada cinco minutos, pues se unen nuevos acreedores", informó una fuente del Ministerio de Finanzas griego, aunque se negó a dar datos concretos hasta la mañana del viernes, cuando se hará el anuncio oficial.

"Creemos que no habrá problemas", añadió esa fuente al referirse al mínimo necesario del 66,7%. Sin embargo, cinco cajas de la seguridad social griegas anunciaron este miércoles que no se sumarían a la quita. "Esperamos que todos los tenedores del sector público griego acaben sumándose", manifestó al respecto la fuente ministerial.

También en Bruselas son optimistas, tal y como manifestó este miércoles el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, poco antes de que el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, convocara una conferencia telefónica para decidir el viernes sobre el rescate griego.

"De acuerdo a la información que hemos reunido, el canje de deuda debería tener lugar sin complicaciones, puesto que la operación sigue siendo atractiva para el sector privado", afirmó Rehn en una entrevista con el diario Le Figaro. La Bolsa de Atenas, que se mantenía estable o con ligeras ganancias en los últimos días, cerró este miércoles con pérdidas del 1,3%, arrastrada por el pánico de los mercados internacionales a que fracase el proceso de la quita.

Una vez realizado el cálculo de cuántos acreedores se suman al proceso, el Gobierno griego consultará con sus socios europeos si aplica las Cláusulas de Acción Colectiva (CAC), que obligarían a los acreedores reacios a sumarse también a la quita.

Esta operación implica el riesgo de que sea interpretada como un impago efectivo por parte de las agencias de calificación de riesgo, algo que activaría los seguros CDS que diversos inversores contrataron para proteger sus bonos ante un posible impago griego. Con todo, para que las CAC entren en acción sería necesario que los poseedores del 75% de la deuda griega votasen a favor de ellas.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento