El Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria incluirá un ciclo inédito dedicado al realizador canadiense Bernard Émond. La retrospectiva contempla los cinco largometrajes de ficción que el autor considera fundamentales dentro de su filmografía, informó la organización.

De esta manera, dentro de los trabajos escogidos, los tres últimos constituyen una trilogía construida en torno a la fe, eje central de La nouveine (2005), La esperanza en Contre toute esperance (2007) y la caridad en La donation (2009, Premio del Público del Festival de Cine Las Palmas de Gran canaria).

La mirada de Émond tras la cámara capta reflejos de Kieslowski, con quien parece coincidir en su inclinación a reactivar los conceptos de fe, esperanza y caridad mediante la paradoja y la puesta en crisis. Tanto el canadiense como el polaco dejan recaer sobre heroínas el peso de afrontar las virtudes teológicas desde la imposibilidad.

Además, la obra de Robert Bresson aparece en Bernard Émond por la austeridad y rigor de un estilo que persigue cierta revelación, así como por sus personajes, que transitan un exilio interior que rellenan a base de devoción.

Dimensión espiritual

La dimensión espiritual de las películas de Émond, se entreteje además con la dimensión social de unas condiciones de vida que ponen a prueba la capacidad de resistencia personal.

Aquí entra en juego la capacidad del cineasta para extraer de sus actores una intensidad, incluso una violencia, tanto más visible cuanto más obligada a mantenerse recluida en el interior del personaje.

Para este fin, el cineasta contaba ya desde sus primeros largos de ficción, La femme qui boit (2001) y 20h17 Rue Darling (2003), con la notable colaboración del actor Luc Picard y con dos actrices que se alternarán la función protagonista de una película a otra: Élise Guilbaut y Guylaine Tremblay.

El sentido del cine del canadiense parece consistir en la forma en que los personajes rellenan sus vacíos esenciales en la búsqueda de un sentido último, un cine que conecta especialmente con la sensibilidad del público que no duda en otorgarle galardones populares, así como con el sector más joven del jurado de Locarno que en dos ocasiones, una en 2006 por La Nouvaine, y otra en 2009 por La Donation le hicieron merecedor del Premio de la Juventud.

Por su parte, Bernard Émond se ha hecho con 12 premios internacionales en certámenes de referencia, cuenta con diferentes premios especiales del jurado, así como con el favor del jurado Signis.