Siete de cada diez valencianos considera prioritario mantener la sociedad del bienestar. En concreto, para un 76,9 por ciento debe ser prioritario mantener la sociedad del bienestar y, para ello, más de la mitad, un 58,2 por ciento, cree que es necesario adoptar medidas para su reforma y reducir algunos servicios, según un estudio elaborado por la Universidad Internacional de Valencia, a través de VIU Future, con la colaboración de TECEL Estudios-Sigma 2.

El rector de la VIU, Juan Manuel Badenas, ha presentado este lunes las conclusiones del 'Informe sobre la situación actual en la Comunidad Valenciana. Actitudes y Necesidades', junto al presidente de TECEL Estudios-Sigma 2, Carlos Malo de Molina, y al sociólogo y profesor de la Universidad Carlos III, Javier Redondo, que ha analizado algunos datos.

En el análisis hecho por Redondo, ha indicado que los datos muestran que se está formando "el caldo de cultivo" para el "cambio cultural" y para "redefinir" el Estado del Bienestar y hacerlo "más eficiente", ya sea mediante la inversión pública o la privada. Lo que los ciudadanos no quieren, ha agregado, es que afecte a la "universalidad y gratuidad" del servicio.

En general, ha concluido que "la sociedad valenciana es realista y acepta que tiene que hacer determinados sacrificios" pero si se dan cuatro condiciones: "frenar el despilfarro de la administración, luchar contra la corrupción, que las reformas se encaminen realmente a luchar contra el paro y el compromiso de políticos y banqueros de que ellos también van a asumir el coste de la crisis".

El rector de la VIU, Juan Manuel Badenas, ha interpretado, de acuerdo con los datos, que los ciudadanos valencianos admiten que la iniciativa privada "puede participar de forma eficiente en la sostenibilidad de la sociedad del bienestar puesto que lo realmente importante es su mantenimiento, al igual que las prestaciones y servicios suficientes y de calidad". "Hemos de dejarnos de dogmatismos", ha subrayado.

Ante la actual situación económica, el 78,7 por ciento de la población está de acuerdo a la hora de reconocer que "lo prioritario" es salir de la crisis. Incluso, a la hora de sopesar si el nivel de prestaciones sociales actuales no se puede seguir manteniendo, los valencianos tienen una opinión dividida puesto que un 42,4 por ciento cree que ya no se puede permitir frente a un 43,6 por ciento que no está de acuerdo.

Casi la mitad de los ciudadanos de la Comunitat (46,4 por ciento) no está de acuerdo con que nunca se volverá a tener el nivel de bienestar anterior. Sin embargo, un 39 por ciento sí está de acuerdo con esta afirmación.

Partiendo de que el 22,4 por ciento de los valencianos considera que vive mejor que en otras comunidades autónomas frente a un 16,5 por ciento que estima que vive peor y que un 43,2 por ciento piensa que es igual, los efectos de la crisis se han hecho llegar a gran parte de las familias de la Comunitat, puesto que tan sólo un 20,5 por ciento no se ha visto afectado.

ALICANTE,

La mejor parada

Entre esta población que no ha notado sus consecuencias, el segmento de población más numeroso es el que supera los 65 años, en concreto, un 41,3 por ciento, y por provincias, Alicante es la mejor parada porque un 23 por ciento de los alicantinos no se han visto afectados por la crisis.

Un 62 por ciento de la población ha visto cómo con la crisis ha disminuido sus ingresos, un 38,4 declara que ha perdido el empleo y un 8 por ciento ha dejado de recibir algún tipo de ayuda. Aún así, el 42,4 por ciento de los valencianos consideran que la calidad de vida en la Comunitat es muy buena (7,1 por ciento) o buena (35,3 por ciento).

Los ciudadanos más satisfechos con la calidad de vida de la Comunitat son los que tienen de 30 a 44 años (un 49,2 por ciento emite opiniones positivas) y los que viven en la provincia de Castellón (45,3 por ciento).

Evidentemente, del resultado de la encuesta, se extrae que ha calado el componente psicológico de la crisis puesto que de una escala de uno a diez, los valencianos, en su conjunto, puntúan con un 4,97 su situación económico personal, por encima de la de la Comunitat (3,56); España (3,51).

Ante la actual situación de crisis económica y de lucha contra el déficit, seis de cada diez valencianos consideran necesario (13,7 por ciento totalmente, 47,5 por ciento bastante necesario) que se recorte el gasto público.

Así, incluso, se lo han planteado en sus economías domésticas puesto que la gran mayoría de los ciudadanos de la Comunitat (el 85,7 por ciento) ha reducido gastos en la compra, comparar más precios, entre otras pautas. Hasta un 18,1 por ciento ha tenido que pedir ayuda económica a la familia e, incluso, un 3 por ciento ha tenido que solicitarla a instituciones sociales. UN 8

Por ciento, A

Favor de subir impuestos

En cuanto a las medidas concretas para llevar a cabo esta medida, el 98,6 por ciento de la población se decantaría por reducir los gastos de los cargos públicos y un 96,1 por ciento reduciría la estructura de la Generalitat. Por su parte, tan sólo el 8 por ciento de los valencianos estaría de acuerdo con una hipotética subida de los impuestos, mientras que el 36 por ciento está favor de una reducción del gasto público.

El hecho de que un 88 por ciento considere conveniente que se ayude a las empresas para promover el desarrollo de la economía y más de un 56 por ciento está a favor de priorizar la activación económica por encima de cualquier otro tipo de político social, además de que un 62 por ciento es partidario del mantenimiento de las actuales prestaciones sociales, significa, según han coincidido los encargados de presentar el estudio, que los poderes públicos "están legitimados socialmente para acometer las reformas necesarias para hacer sostenible el Estado del Bienestar".

No obstante, la población está a favor de destinar más recursos a la sanidad, servicios sociales y la educación. De esta manera, el 86,5 por ciento de la población considera que la Conselleria de Educación, Formación y Empleo debe ser un área prioritaria de inversión junto con la de Sanidad, mencionada por el 76,7 por ciento.