Aparentemente tranquilo y sin dudarlo en ningún momento, el futuro marido de la nieta de Franco, se bajaba del coche para saludar a los medios de comunicación allí congregados. Vestido de manera informal y a punto para colocarse el traje de novio, el santanderino confía en que todo salga bien y confiesa no saber cuál será el menú de la cena, ya que "la bordiú se ha encargado de todo".

Pese a haberse quedado con la ilusión de casarse en su tierra, Santander, José afirma estar pasando por uno de los momentos más importantes de su vida y ha calificado a su futura esposa como "una mujer diez".

Cena familiar

Tras la cena familiar en la que se conocieron los miembros de la familia de ambas partes, José Campos dijo que "le ha parecido fenomenal y que se lo pasaron muy bien".

También confesó que no se encontraba nervioso, aunque esperaba que la misa durase poco, media hora como mucho. Y respecto a si se iba a emocionar, el futuro marido de Carmen Martínez-Bordiú dijo que acabaría llorando todo el mundo.

Sin regalos entre los novios

También afirmó que no se imaginaba que estaría casado y que no le ha regalado nada en especial puesto que él le hace regalos cuando le apetece, sin tener que ser un día en especial.

Campos también declaró que se casaba porque "lo sentimos y no para demostrar nada a nadie". A la pregunta de si se animarían a tener descendecia, dijo que "no tendremos, porque preferimos vivir la vida".

La boda, confirmó, sería un evento íntimo y familiar. De hecho, sus testigos serían amigos de Santander.

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