El complejo medioambiental de Sogama en Cerceda (A Coruña) alcanzó en 2011 una productividad de "máximos históricos" al reducir en un 17 por ciento la cantidad de residuos desviados al vertedero de Areosa —lugar al que se envía la basura que el complejo medioambiental no puede procesar—, de forma que se pasó de las 379.194 toneladas vertidas en 2010 a las 312.899 del año pasado.

De ello informa el Gobierno gallego, a través de un comunicado, en el que apunta que el complejo de Cerceda procesó un 9,48 por ciento más de residuos urbanos en 2011 frente al anterior ejercicio, puesto que se trataron 541.758 toneladas en contraposición a las 494.843 toneladas de 2010.

En cuanto a la entrada de basura en las instalaciones de Sogama en 2011, hubo un descenso de residuos en masa del 2,26 por ciento; al pasar de las 874.038 toneladas recepcionadas en 2010 a las 854.658 de 2011.

De hecho, si se toma como referencia el año 2007 los ayuntamientos adscritos al modelo Sogama aminoraron la producción de desperdicios en un 6,40 por ciento.

Según informa la Xunta, contra la sobresaturación de las instalaciones de Sogama —con un complejo con capacidad máxima para 550.000 toneladas de desperdicios y una recepción que, sin embargo, está próxima a las 900.000 toneladas— se encargó una red de ocho plantas comarcales de compostaje, así como la llamada Sogama del Sur.

OBJETIVOS

Todo ello, según el Gobierno autonómico, con la pretensión de "seguir la estela de los países más avanzados y comprometidos con el medio ambiente", a través de lo que se lleva a cabo el Plan de Xestión de Residuos urbanos para el periodo 2010-2020 basado en la "reducción, reutilización y reciclado".

Al respecto, la nuevo Directiva Marco de Residuos fija como objetivo para 2020 que el 50 por ciento de la basura municipal sea sometida a reutilización y reciclado. En la actualidad, España tiene unos índices de reciclaje del 15 por ciento frente a la media europea del 24 por ciento.