El secretario general del PSPV y síndic en las Corts, Jorge Alarte, ha calificado este miércoles de "acto democráticamente inaceptable" que la gerente de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), Marisa Gracia, no vaya a comparecer en la Comisión de Obras Públicas de la cámara autonómica, como había pedido su grupo, "para dar cuenta de las posibles irregularidades que se hayan cometido en relación a la contratación con diversas empresas del Grupo MED".

Alarte se ha pronunciado de este modo en un comunicado tras asistir a la protesta que han organizado trabajadores de FGV, a las puertas del Palau de la Generalitat valenciana, "en defensa de los puestos de trabajo que han sido eliminados y sustituidos por máquinas expendedoras de billetes".

El síndic socialista, que ha estado acompañado por la portavoz adjunta, Carmen Ninet, y el portavoz de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente en las Corts, Francesc Signes, ha afirmado que todavía "hay muchas dudas y muchas sombras sobre la gestión de FGV" y ha considerado que la empresa pública se encuentra en "una situación económica tremenda".

Al mismo tiempo, ha sostenido que está "pendiente un acto de dignidad para con el pueblo valenciano" ya que considera que deben "dar una explicación de verdad y dar la cara" sobre el accidente de metro que tuvo lugar en Valencia el 3 de julio de 2006, que costó la vida a 43 personas y dejó heridas a otras 47.

"Creo que, a día de hoy, todavía hay sombras muy grandes", ha recalcado. Por ello, ha insistido en que "la Generalitat debe intervenir con un cese de responsables, con un proceso de reordenación y una reforma a fondo de FGV".

Alarte ha explicado que asisten a la protesta "desde la solidaridad con los trabajadores y trabajadoras y con las organizaciones sindicales, en todas sus exigencias y demandas", ya que, para el líder del PSPV, también en FGV, el jefe del Consell, Alberto Fabra, "quiere que la situación de impago, la grave crisis de la Generalitat la paguen los trabajadores y trabajadoras" y "los usuarios que utilizan un transporte público deficitario, que necesita de recursos, y que está gestionado desde el exceso, el despilfarro y la indignidad".