El administrador concursal de GFB, Manuel de la Fuente, ha afirmado este miércoles que el proyecto industrial que plantea Fermacell para la compra de la fábrica de Orejo es "una oportunidad de oro en la historia industrial de Cantabria", aunque la oferta económica de 14,5 millones de euros sea "mala".

De la Fuente ha precisado que la Administración Concursal no defiende el proyecto de Fermacell "en sí mismo" sino porque "para la riqueza de la región es muy bueno" ya que generaría unos 240 puestos de trabajo directos y beneficiaría a industrias auxiliares.

De ahí que haya subrayado que tanto el Gobierno regional como el Parlamento y los ciudadanos "tienen que tirar como sea del carro" para que la fábrica, "la mejor de Europa y Estados Unidos", entre en producción "porque va a ser una riqueza para la región".

El administrador se ha pronunciado así en la Comisión parlamentaria de Investigación de GFB, a preguntas de la diputada 'popular' María Antonia Cortabitarte, si bien comparecía a petición de la oposición, que este martes decidió abandonar la comisión. También a requerimiento de PSOE y PRC ha comparecido posteriormente el exconsejero de Economía, Juan José Fernández, pero el PP no le ha formulado ninguna pregunta.

De la Fuente, que ha indicado que la deuda actual de GFB asciende a 64 millones de euros, ha explicado que después de entrar la administración concursal en GFB se valoraron "cuatro o cinco" operaciones gestionadas por Sodercan para la posible compra, sólo una con "visos de que saliera", mientras los administradores "echábamos nuestros anzuelos a ver si picaba una multinacional, y en una de esas surgió la operación de Fermacell".

La alemana contactó con ellos "hace bastante tiempo" y les planteó su interés por comprar la fábrica. Se inició entonces un procedimiento de negociación con la administración concursal, que se ha prolongado durante un año, y que ha incluido diálogo con las dos partes, dado el "interés" de los administradores en buscar una "aproximación negociada entre los socios actuales y el venidero". Pero Fermacell "no ha querido hablar con Euroamérica y sí ha tenido reuniones con Sodercan", ha informado. En concreto, ha expuesto su plan de negocio, organigrama, etcétera, a la sociedad regional.

De la Fuente ha explicado que la oferta económica de Fermacell "ha ido subiendo" y actualmente está en 14,5 millones, que incluye la unidad productiva, y que la administración concursal valora como "mala" ya que lo "óptimo" sería recuperar los 64 millones de los acreedores.

Pero también valora el proyecto industrial porque la que es la mejor fábrica de Europa "y posiblemente de Estados Unidos" tiene que elaborar y vender 15 millones de metros cuadrados de tableros al año para ser rentable. La demanda nacional de tableros, cuando se inició el proyecto "en la época gloriosa", era de cinco millones, con lo que habría que exportar 10 millones.

Fermacell baraja o abrir una fábrica en Polonia o comprar la de Orejo; la primera le costaría la mitad y en Cantabria le "dan el doble por el precio de la mitad", con lo que en todo caso hace "una gran operación", según De la Fuente.

En el caso de GFB, la multinacional se compromete a vender los 15 millones de metros cuadros de tablero —"que tiene vendidos y ninguno en España"— y a 60 puestos de trabajo. Sin embargo, los administradores concursales saben que para que la fábrica sea rentable tiene que trabajar a tres turnos todos los días, con lo que "lo normal es que los 60 sean 240 puestos de trabajo", ha afirmado.

A ello se añade el transporte y la industria auxiliar, con lo que "nos encontramos con que tenemos en nuestras manos, dentro de la historia industrial de Cantabria, una oportunidad de oro, tan importante como otras multinacionales que entraron en Torrelavega en los años 50", ha resaltado De la Fuente.

Para los administradores concursales el proyecto no sólo es "muy importante" sino "palpable". "Es una oferta mala pero es enriquecedora", ha asegurado, contraponiéndola a la otra alternativa que es achatarrar la factoría y vender las naves, una operación de se saldaría con 13 millones de euros.

Además, ha destacado que el "interés fundamental para los acreedores y para toda Cantabria es que la fábrica funcione", y que los administradores, por mandato de la Ley Concursal, deben favorecer la venta que genere mayor cantidad de puestos de trabajo.

También ha informado que los administradores han ideado un sistema de puntos en el que se valora la oferta económica, la creación de empleos y la duración del compromiso, además de los acuerdos con acreedores privilegiados, de forma que quien más puntos obtenga se podrá hacer con GFB.

Por todo ello, ha subrayado el necesario apoyo del Gobierno y el Parlamento cántabros para que la fábrica de Orejo entre en producción. En este sentido, ha lamentado que hayan abandonado la comisión de GFB los grupos PSOE y PRC argumentado que "ya no tenía solución la cosa cuando precisamente ahora nos la jugamos, cuando tenemos que conseguir tener un proyecto industrial".

Beneficio en la maquinaria y defecto de negociación

Por otra parte, el administrador concursal ha dicho que Euroamércia obtuvo un beneficio de 12 millones al vender la maquinaria a GFB pero fue fruto de una negociación entre las dos partes, si bien una de ellas —el Gobierno— "no debió considerar el cambio" de euros y dólares. No obstante, ha afirmado que este "superbeneficio" se dejó en garantía y se utilizó ante la falta de créditos, con lo que el socio al final realizó una aportación de 44 millones.

También ha apuntado que la causa de modificar el protocolo inicial —"muy elemental", a su juicio— y que Euroemérica vendiera la maquinaria en lugar de aportarla ha sido poder cobrar subvenciones.

En cuanto a cuestiones como la peritación de la maquinaria posterior a la compraventa, el traslado, la adaptación a la normativa europea, la garantía, etcétera, De la Fuente ha considerado que hubo "un defecto de negociación" porque no se contemplaron todas las hipótesis. Pero un defecto que ha trasladado a las dos partes porque, por ejemplo, el Gobierno aportó un terreno que tenía 8.000 m2 menos de los comprometidos, algo que en entre empresas privadas "no se admitiría".

Ha afirmado que los administradores no cuestionan ni la utilidad ni el valor de la maquinaria (44 millones de euros), si bien ha matizado que no se trata de maquinaria sino de un "gran proyecto industrial, la mayor fábrica de Europa y no creo que haya otras en Estados Unidos", según han valorado sus expertos, quienes también consideran que este "macroproyecto" se tenían que haber puesto en marcha por fases.

En las concusiones, Cortabitarte ha calificado la comparecencia de "esclarecedora y enriquecedora", y ha dicho que coincide "casi al 100%" con lo que ha manifestado el PP antes de la comisión.