Fiscalía pide 5 años de prisión para el agente de viajes acusado de estafar a 400 clientes

La Fiscalía de Granada ha solicitado un total de cinco años de prisión y multa de 4.320 euros para el agente de viajes Francisco L.Q. acusado de estafar entre 2005 y 2006 a más de 400 clientes de Granada, Madrid, Valencia, Almería o País Vasco, a los que ofertaba vacaciones a mitad de precio hasta que desapareció con el dinero recaudado, más de 370.000 euros, sin ofrecer, en ocasiones, los servicios contratados.

La Fiscalía de Granada ha solicitado un total de cinco años de prisión y multa de 4.320 euros para el agente de viajes Francisco L.Q. acusado de estafar entre 2005 y 2006 a más de 400 clientes de Granada, Madrid, Valencia, Almería o País Vasco, a los que ofertaba vacaciones a mitad de precio hasta que desapareció con el dinero recaudado, más de 370.000 euros, sin ofrecer, en ocasiones, los servicios contratados.

El Ministerio Público le atribuye un delito de estafa agravada o alternativamente apropiación indebida, mientras que las acusaciones particulares le añaden además el de publicidad engañosa, por lo que elevan su petición de pena a los 17 años de prisión, según ha informado a Europa Press el abogado que representa a más de la mitad de los afectados, Fernando Almendros.

Según consta en el escrito de acusación provisional del fiscal, al que ha tenido acceso Europa Press, el 6 de septiembre de 2005 el procesado y la agencia Viajes Ecomar suscribieron un contrato en virtud del cual éste se comprometía a captar posibles clientes como promotor en la venta de viajes y paquetes turísticos, y la empresa a facilitar la documentación y colaboración precisa para el desarrollo de su labor. En la contratación del procesado, según la Fiscalía, "influyó poderosamente" la promesa que hizo de facturar 300.000 euros y cobrar la mitad de la comisión que le correspondía.

De esta forma, Francisco L.Q. puso en marcha un plan que había urdido con la finalidad de obtener "un beneficio patrimonial ilícito" y que se desarrolló desde septiembre de 2005 a julio de 2007.

Consistía en atraer a numerosos clientes al ofrecer un producto a un precio muy inferior al del mercado —en ocasiones la tercera parte—, como "señuelo imprescindible" para conseguir su objetivo de manejar un volumen suficiente de dinero que permitiera, por un lado, compensar la diferencia de precio entre el abonado por los usuarios que realizaron efectivamente viajes y, por otro, disponer "en provecho personal" de las cantidades restantes entregadas y que no fueron destinadas a lo concertado.

En definitiva, señala el fiscal, la diferencia de precio que constituía el "ardid" para atraer clientes era compensada con las cantidades entregadas por usuarios futuros como reserva o pago efectivo del viaje que nunca realizaron.

Por otro lado, el agente obtenía de la agencia la documentación referente al viaje o paquete supuestamente contratado —presupuestos, vuelos, hoteles, itinerarios— así como las reservas oportunas que entregaba a los clientes como acreditativa de las gestiones que realizaba.

Asimismo, se hizo pasar por agente de las empresas Viajes Almeida y Viajes Ecuador, con las que no tenía relación laboral alguna. En estos casos, se presentaba en la agencia como cliente-representantes de un grupo de personas a cuyo nombre realizaba las gestiones oportunas.

Según las acusaciones particulares, durante un año aproximadamente, el procesado se hizo con una amplia cartera de clientes a través del boca a boca gracias a que comenzó ofreciendo sus ventajosas ofertas a colectivos de referencia, como empleados de banca. Así, consiguió que les entregaran diversas cantidades para reservar y comprar viajes, pero el dinero era finalmente desviado a su patrimonio particular o para sus propios gastos.

Los afectados comenzaron entonces a denunciar ante el juzgado la supuesta estafa, y presentaron denuncia más de 230 personas, si bien las acusaciones particulares estiman que el número de posibles víctimas se eleva a 400, puesto que muchos clientes hicieron reservas para grupos de amigos, compañeros o familiares.

Por los procedimientos utilizados, el agente consiguió defraudar un total de 372.960 euros, razón por la que la Fiscalía pide que indemnice a todos los perjudicados, si bien la aseguradora de Ecomar se contempla como responsable civil directo.

El juicio por estos hechos comenzará en la Sección Primera de la Audiencia de Granada el 12 de marzo y está previsto que se prolongue hasta el 23. Las sesiones comenzarán con la declaración del acusado y continuarán los días restantes con el testimonio de los perjudicados, unos 40 diarios, y las últimas jornadas se reservarán para las conclusiones y los informes de las partes personadas.

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