El Grupo Municipal de Muskiz (Bizkaia) ha advertido de que "se ve obligado a mantener un control exhaustivo" de las cuentas del Ayuntamiento, porque los Presupuestos para este 2012 "no se ajustan a la realidad y rompen cualquier intento de equilibrio financiero".

Según ha explicado el portavoz socialista, Pedro Serrano, los Presupuestos Municipales fueron aprobados este pasado jueves en Pleno pese a que, "como ya se le ha explicado por activa y por pasiva al alcalde, la realidad demostrará que se han elaborado ignorando gastos seguros que desequilibrarán el balance final".

"Este Grupo Municipal fiscalizará las cuentas de Muskiz a lo largo de todo el ejercicio. Solicitaremos los estados de ejecución presupuestaria para comprobar cómo se materializan las cifras que nos han presentado. Tras estos Presupuestos irreales, será más necesaria que nunca nuestra labor de control al Equipo de Gobierno", ha explicado.

Serrano también ha recordado que el PNV, cuando estaba en la oposición en la anterior legislatura, hacía "bandera" del control del gasto corriente y del objetivo del equilibrio presupuestario, "cuestiones que parecen habérseles olvidado ahora, sirviéndose de los 1,4 millones de euros extra de recaudación logrados por los anteriores responsables municipales".

Además, ha indicado que las cuentas "han reducido las inversiones a un raquítico 0,2 por ciento del total y han visto bajar también la partida de Acción Social".

El portavoz socialista ha precisado que "a todo esto hay que sumar que el propio Informe Económico Financiero del Interventor demostraba que la previsión de ingresos estaba inflada".

"Nadie se cree que vayamos a ingresar 4,5 millones por Udalkutxa, sin olvidar que no se han incluido los 265.000 euros que hay que pagar este año por la liquidación negativa de 2009 de estas partidas. Y el Impuesto de Construcciones tampoco va a recaudar lo previsto, por poner sólo unos ejemplos", ha señalado.

Serrano ha concluido asegurando que el Presupuesto de 11,8 millones está lastrado por un elevado gasto corriente, por la reducción de las inversiones y por un recorte en Acción Social.