Los psiquiatras consideran que la mujer de Aspe acusada de asesinar a su marido era consciente de sus actos

La fiscal mantiene su petición de 29 años de cárcel mientras que la defensa pide la absolución
Un Momento Del Juicio Contra La Vecina De Aspe Acusada De Asesinato
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EUROPA PRESS
Un Momento Del Juicio Contra La Vecina De Aspe Acusada De Asesinato

La vecina de Aspe (Alicante) acusada de intentar asesinar en 2007 a su marido al suministrarle la medicación que ella misma tomaba para la diabetes en un vaso de leche, propósito que en junio de 2010 consiguió al inyectarle la insulina mientras la víctima dormía, era "plenamente consciente de lo que hacía y de las consecuencias de sus actos", según han declarado los médicos psiquiatras que evaluaron su estado.

En la segunda jornada del juicio celebrada este miércoles en la sección tercera de la Audiencia Provincial de Alicante, una de las especialistas en psiquiatría que ha prestado declaración en calidad de perito ha considerado que la procesada padecía "un trastorno ansioso depresivo", debido a la situación de malos tratos que presuntamente sufría por parte de su marido, si bien ese estado, según ha asegurado, "no afectaba a su capacidad volutiva ni cognoscitiva".

Esta especialista, que elaboró un primer informe tras los hechos de 2007 y un segundo estudio después del segundo suceso, ha mantenido que la propia acusada le "explicó lo que hizo y porqué lo hizo", y ha opinado que "es totalmente imputable porque es capaz de decidir y racionalizar su actos".

Además, en la entrevista mantenida con la acusada para elaborar estos informes, la procesada le detalló que "estaba muy agobiada, porque quería que ella y sus hijos dejaran de sufrir a causa de su marido, y no quería que los hijos cargaran con su padre mientras ella estaba en la cárcel".

"síndrome de la mujer maltratada"

Entre los peritos llamados a declarar también ha prestado testimonio una psicóloga especializada en atención a mujeres víctimas de malos tratos, que atendió a la acusada y ha asegurado que ésta sufría "claramente el síndrome de la mujer maltratada".

Este estado, según ha recordado, corresponde a las mujeres que sufren malos tratos y "tienen la sensación de impotencia por no poder salir de esa relación, están sometidas a un gran estrés y ansiedad y, como ven frustradas sus intenciones de salir de esa situación, aprenden a sentirse indefensas".

Esta psicóloga, además, ha explicado que las víctimas de violencia de género pueden tener "una impulsividad" que les lleva a "sacar la rabia contenida" y que puede motivar que "no tomen sus decisiones con claridad, lo que, desde su punto de vista, "podría afectar a su capacidad de raciocinio".

Calificaciones definitivas

La fiscal ha mantenido su petición de un total de 29 años de prisión para la acusada, —11 de ellos por un presunto intento de asesinato, y otros 18 años por el asesinato—, ya que a su parecer concurre la circunstancia de alevosía, y ha subrayado que supuestamente lo hizo "de la manera más cobarde y maquiavélica posible".

Al respecto, el ministerio público ha considerado probado que el 30 de marzo de 2007, la procesada disolvió en un vaso de leche un número indeterminado de pastillas que ella tomaba para su diabetes, y se lo dio a su marido.

La ingesta de la medicación provocó al hombre una hipoglucemia grave que precisó su ingreso en urgencias del Hospital General de Alicante hasta el 25 de abril de 2007. La administración de este compuesto podría haber causado un riesgo para la vida del paciente, quien, gracias al tratamiento médico no sufrió secuelas por estos hechos.

Al conocer la gravedad del estado de su esposo, la procesada confesó ese mismo día a los médicos que le había suministrado las pastillas, tal y como ha confirmado este miércoles la doctora de Urgencias, quien ha indicado que cuando le informó de que esta medicación podía causar la muerte la acusada le dijo "que ya lo sabía, pero que sufría malos tratos y estaba desesperada", por lo que "prefería ir a la cárcel que volver con su marido".

Tres años después, sobre la 1.15 horas del 28 de junio de 2010, la procesada supuestamente aprovechó que su marido dormía para inyectarle tres bolígrafos llenos de insulina de su propio tratamiento "con la clara intención de matarle".

La fiscal ha resaltado que "tenía la intención porque tenía un motivo", en alusión al maltrato psicológico que sufría, y ha remarcado que "la víctima estaba durmiendo y no tenía ninguna posibilidad de defensa".

El hombre se despertó en ese momento y el matrimonio inició una fuerte discusión en la que tuvo que mediar uno de los hijos de la pareja, que acudió al oír los gritos de la víctima.

Al día siguiente, cuando los hijos se percataron de que su padre no se levantaba a la hora de la comida, avisaron a una ambulancia, que lo trasladó al Hospital de Elche, donde quedó ingresado en la UCI en estado de coma no estructural asociado a hipoglucemia grave. Posteriormente, tras ser estabilizado, fue diagnosticado de coma vegetativo persistente, hasta que falleció en febrero de 2011.

Libre absolución

Por su parte, el abogado defensor ha pedido la libre absolución para su cliente por considerar que los hechos ocurridos en 2007 y en 2010 son constitutivos de una falta de lesiones, o en su defecto, de un delito de lesiones por imprudencia.

De acuerdo con el letrado, en ambos casos no se ha demostrado que la procesada tuviera "la intención inequívoca de buscar la muerte" de su marido, y ha defendido que el número de pastillas suministradas "por error no se puede equiparar con un veneno".

Además, ha subrayado que la esposa padecía el síndrome de la mujer maltratada, y por ello, en el momento de los sucesos la mujer "estaba alterada psíquicamente afectada con un trastorno mental transitorio".

De igual modo, ha considerado necesario que el tribunal tenga en cuenta las atenuantes de arrepentimiento y de reparación de daño, y ha rechazado que concurra el agravante de parentesco en el caso de una víctima de violencia de género.

En una última intervención durante el juicio, que ha quedado visto para sentencia, la acusada ha "lamentado mucho" lo ocurrido, y ha insistido en que ella "nunca tuvo intención de matarlo", sin poder dar una explicación de "lo que pasó" por su mente.

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