La Guardia Civil de Cuenca ha desarticulado una banda dedicada al robo de cable de cobre, que tenía en la localidad conquense de Iniesta su base de operaciones pero actuaba en las provincias de Cuenca, Albacete y Valencia.

Según ha informado en rueda de prensa el subdelegado del gobierno en la provincia de Cuenca, Ángel Mariscal, la operación, denominada Tutifruti, se ha saldado con 13 detenidos y siete imputados. Por nacionalidades, 16 de los implicados son rumanos, tres españoles y uno de origen ecuatoriano.

En algunos casos los imputados son los responsables de las chatarrerías donde los delincuentes vendían el material robado. Se han esclarecido 45 delitos. Entre los detenidos, ha destacado Mariscal, se encuentran personas muy jóvenes y todos contaban con antecedentes.

Muy precavidos

Las investigaciones comenzaron el pasado mes de agosto y según el Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Cuenca, Amador Escalada, han sido "largas y complicadas". La banda actuaba de forma muy organizada y extremando las precauciones a fin de evitar ser captados por las fuerzas de seguridad.

Los objetivos del grupo eran variados centrándose en el cobre. Así, se les vincula a robos en naves de cultivo de champiñón en la Manchuela, en líneas telefónicas, donde llegaron a sustraer kilómetros de cable, e incluso robos de catenaria.

Asimismo, se les imputan numerosos delitos en zonas y naves agrícolas, principalmente en la provincia de Albacete. El valor del material incautado asciende a 350.000 euros.

A lo largo de los cinco meses que ha durado la operación se estima que han sustraído 20.000 kilos de cobre, 15.000 aspersores y más de 14.000 kilos de metal. En el desarrollo de la investigación se han recuperado 10 toneladas de material robado que se ha devuelto a los propietarios.