El informe, al que ha tenido acceso Europa Press, pretende dar "una visión de conjunto", con intención de ir completando y actualizando de manera permanente la información. Y es que los ecologistas manifiestan que no es un recorrido completo por todos los casos existentes, mostrándose únicamente "la punta del iceberg" de la problemática de los vertederos ilegales de Alcalá de Guadaíra, siendo el número de estos "mucho mayor" de los registrados.

El colectivo pretende poner de manifiesto la responsabilidad directa que el Consistorio alcalareño tiene, "por acción u omisión", en la existencia de este tipo de zonas, "sin menoscabo de lo tocante a empresas y particulares", recordando que la presencia de vertederos sin control genera perjuicios tanto sociales como medioambientales.

En concreto, Alwadi-ira-Ecologistas en Acción divide los vertederos en cinco grupos, en función de los agentes que generen los vertidos. Así, la primera categoría engloba a los derivados de actividades agrícolas, encontrándose éstos principalmente en la vía pecuaria 'cordel de Gallegos', donde la administración "ha actuado tarde y mal, enterrándolos en el mismo lugar, junto a las basuras de una urbanización ilegal cercana".

El segundo caso es, precisamente, el de los vertederos generados por urbanizaciones legales o ilegales, pudiendo encontrarse focos de este tipo en 'Las Encinas', 'Los Pinos', 'La Boticaria-Santa María' o 'La Retama', mientras que el tercer grupo lo constituyen los creados en las partes traseras de polígonos industriales, siendo éste el caso de la fábrica de cementos y "casi todos" los parques empresariales de la localidad, incidiendo además en la quema "sistemática" de residuos altamente contaminantes en la zona.

Los vertederos generados por residuos de pequeñas obras son "innumerables". Por último, están los basureros en zonas protegidas o de interés histórico-medioambiental, que se dan en lugares como las faldas del Castillo de Alcalá, el antiguo campamento de Las Canteras o Cañada Honda. Asimismo, también se hace referencia al depósito "indebido" de residuos en vertederos legales o clausurados.

Según los ecologistas, estos focos favorecen la contaminación de suelos y de aguas superficiales y subterráneas, así como atmosférica por emisión de gases contaminantes y malos olores, y provocan un impacto visual "importante". Por ello, consideran "imprescindible" el desarrollo de estrategias que, por una parte, atajen la proliferación de vertederos ilegales, y por otra, garanticen el cumplimiento de las condiciones impuestas a las empresas o escombreras autorizadas.

También se propone una mayor coordinación entre administraciones, el aumento de las sanciones, un plan de control y restauración ambiental o agilizar las respuestas administrativas.