El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Badajoz ha autorizado la venta de la unidad productiva de Carnes y Conservas Españolas (Carcesa), empresa del conglomerado de Nueva Rumasa fabricante de las marcas Apis y Fruco, una operación que puede aportar unos ingresos de 37 millones de euros en la masa activa, informó Iure Abogados.

La administración concursal solicitó en enero la autorización judicial para vender la empresa, tras alcanzar un acuerdo con la Sociedad Gestora de Productos Agroalimentarios (integrada por la empresa pública Avante y las cooperativas Acopaex y Tomates del Guadiana), que actualmente explota Carcesa en régimen de alquiler.

En el auto, recogido por Europa Press, se ordena además la apertura de un periodo de mejora de las condiciones de venta, con un plazo de 20 días desde la publicación del auto en el Boletín Oficial del Estado (BOE) para que cualquier otro interesado pueda concurrir la compra.

El juez Pedro Macías sostiene que procede la enajenación de los activos en interés del concurso, garantizando la continuidad de la empresa, el mantenimiento de los puestos de trabajo y el interés de los acreedores.

Según informaron a Europa Press en fuentes jurídicas, el cuaderno de venta de la unidad productiva valora los activos en 16,5 millones de euros.

El comprador deberá asumir también las existencias, que se tasarán según un sistema predeterminado por los administradores concursales en el pliego de condiciones de venta. Según detallaron las fuentes, en diciembre estaban valoradas en más de 12 millones de euros.

Además, si la unidad productiva se adjudicara a un tercero, éste deberá entregar a la Sociedad Gestora de Productos Agroalimentarios una "prima de sostenimiento" de seis millones de euros.

La venta no cubre los créditos.

Según Iure Abogados, con los ingresos derivados de esta venta deberán satisfacerse en primer lugar los créditos contra la masa, que suman 197.825 euros, y posteriormente los privilegiados especiales (34,54 millones) y los privilegiados generales (5,52 millones).

"Las cifras manejadas constatan que la venta de los activos de Carcesa no alcanza para atender el pago de los créditos ordinarios", advirtió del despacho.

Carcesa se encuentra en concurso de acreedores desde finales de marzo y, según la administración concursal, presenta un desfase patrimonial de cerca de 68 millones de euros, al tener un pasivo de aproximadamente 245 millones de euros, frente a activos valorados en unos 178 millones de euros.