Los autorretratos que se hicieron los visitantes de una tienda de Apple, convertidos en arte

  • 'Consecuencias no buscadas', un proyecto artístico con fotos realizadas con las cámaras de los dispositivos que la empresa pone a disposición del público.
  • El autor, Irby Pace, 'recolectó' más de mil autorretratos en las tiendas, enviándolos a su correo desde los mismos aparatos con que fueron tomadas.
  • Ni Apple ni los retratados sabían nada. El artista no siente haber violado ninguna regla ética: "La gente deja almacenadas las imágenes conscientemente”.
Montaje con seis de las fotos 'recolectadas' de tiendas de Apple por Irby Pace
Montaje con seis de las fotos 'recolectadas' de tiendas de Apple por Irby Pace
Irby Pace / Unintended Consecuences
Montaje con seis de las fotos 'recolectadas' de tiendas de Apple por Irby Pace

Entras en una de las 361 tiendas de Apple, vagabundeas entre los aparatos y quieres probarlos. Te haces una foto con un iPad, un iPhone o un iPod. A veces pones caras, haces un mohín, tonteas... Compruebas qué tal ha salido la imagen, quizá te rías de ti mismo, pero no le das demasiada importancia y te vas. La foto ha quedado almacenada en la memoria interna del dispositivo.

Cualquiera de esos autorretratos realizados de manera frívola, casi inconsciente, puede estar colgado en una galería, impresa a enorme tamaño y convertida en arte. Unas cuantas docenas, de hecho, forman parte de la exposición Unintended Consecuences (Consecuencias no buscadas), que se clausura hoy tras cuatro días en cartel, en la galería Cora Stafford de la Universidad del Norte de Texas, en Denton (EE UU).

Desprovistas de la información original

El autor de la exposición, Irby Pace (1982), coloca su proyecto en la categoría de las fotos encontradas (imágenes recolectadas de cualquier lugar -mercadillos, tiendas, la basura, Internet...- y desprovistas de su contexto e información originales), pero "en tiendas Apple".

El autor de Unintended Consecuences, que presentó la iniciativa como proyecto final de un master en Fotografía, dice que "los retratos fueron realizados anónimamente por clientes que los dejaron atrás en iPhones, iPads e iPods. Se trata de gente que se ofrece para que cualquiera vea su cara".

Este convencimiento le llevó a buscar fotografías en las tiendas Apple para plantear un proyecto sobre los cambios en el concepto de intimidad que se están produciendo en el siglo XXI.

Los empleados no se interesaron

Desde finales de 2010 y durante varios meses, Pace visitaba con frecuencia casi diarias las Apple Store de Nueva York y Texas. Utilizaba los dispositivos puestos a disposición de los visitantes para ser probados y se enviaba las fotos que encontraba en las memorias internas como adjuntos de correos electrónicos o mensajes de teléfono móvil dirigidos a él mismo. Según ha declarado, los empleados de Apple nunca se interesaron por sus actos.

Unintended Consecuences pone sobre el tapete varias cuestiones éticas. ¿Puede ser exhibida en una galería una foto de una persona que no sabe nada del asunto? Pace lo tiene claro: "La gente deja almacenadas las imágenes conscientemente para que los demás las vean o se las lleven”.

El año pasado el artista Kyle McDonald tuvo serios problemas con la intervención fotográfica People Staring at Computers (Gente de pie ante ordenadores) al instalar sin permiso en los ordenadores de las tiendas de Apple un software que hacía una foto cada minuto con las webcams de los aparatos y las subía al computador de McDonald, que de inmediato las publicaba en un microblog.

La unidad de delitos electrónicos del FBI intervino en el caso, registró con orden judicial la casa del artista, se incautó de las imágenes y acusó a McDonald de utilizar un programa-espía y de "fraude relacionado con el uso de ordenadores", que puede conllevar una pena de hasta 20 años de cárcel en los EE UU.

El caso de Unintended Consecuences es distinto. Pace no instaló ningún software en aparatos de Apple, simplemente recolectó las fotos como puede hacer un coleccionista que compre imágenes antiguas en un rastro. Aunque la pregunta fundamental para algunos sigue teniendo que ver con la legitimidad del artista para usar las imagenes de otros sin consentimiento, Pace cita el caso de los fotógrafos callejeros, que en última instancia hacen lo mismo.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento