El problema en el Museo del Foro, en la plaza de La Seo, es aún mayor. El aparato de aire acondicionado no tiene potencia para refrescar salas con techos tan altos. Además, el sol pega en el edificio por todos los lados y la fachada está hecha con materiales traslúcidos.

El sistema se estropea a menudo y los trabajadores soportan temperaturas más altas que en el exterior. Así, la mayoría de los días, el museo está a una temperatura superior a la permitida por la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, 27 ºC. El pasado viernes, mientras en la calle no se superaban los 25 ºC, en el museo tenían 26,4 ºC y el aire acondicionado roto.

Termostato compartido

En los juzgados, la situación se repite año tras año. Hay despachos que comparten el mismo termostato, pero tienen distinta orientación espacial, por lo que mientras unos se asan otros se congelan. Estos días todavía no ha habido muchas quejas, pero algunos aparatos ya han tenido que ser reparados.

El centro cívico San José tiene el sistema de climatización estropeado y en el de Tío Jorge ni siquiera tienen aire acondicionado. «En la biblioteca es donde más calor se pasa porque está en un sótano», explican en el centro.

En la biblioteca Ricardo Magdalena (Las Fuentes) acaban de arreglar el sistema y en la de Manuel Alvar (Delicias) se estropea a menudo. «La máquina está en la buhardilla y no soporta temperaturas extremas, cuando hay más de 35 ºC no funciona», señalan.

En el centro de especialidades Ramón y Cajal y en la cocina del Hospital Miguel Servet también pasan calor.

Problemas con el aire acondicionado

Insuficiente: En edificios con techos altos el aire acondicionado no es suficiente y las temperaturas se disparan.

Obsoleto: Hay sistemas muy antiguos o mal ideados, con termostatos compartidos. Las averías son constantes.

27 grados es la temperatura máxima que permite la normativa en un lugar de trabajo.