Un total de 995 empresas y familias de la Comunitat Valenciana se declararon en concurso de acreedores al finalizar 2011 ante la imposibilidad de afrontar sus pagos o deudas, lo que supone un incremento del 28,3 por ciento con respecto a 2010, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Concretamente, 125 familias (personas físicas sin actividad empresarial) tuvieron que acogerse a este procedimiento en 2011 frente a los 194 casos registrados en 2010. En el caso de las empresas, 870 sociedades presentaron suspensión de pagos o quiebra, mientras que en el ejercicio anterior lo hicieron un total de 581.

Por comunidades, la región es la segunda con mayor volumen de concursos, por detrás de Cataluña (1.507). Tras la Comunitat, con más deudores concursados se situaron la Comunidad de Madrid (849) y Andalucía (784). Estas cuatro autonomías concentraron más del 61,2 por ciento del total de deudores concursados. Por contra, las comunidades con menor número de deudores concursados fueron La Rioja (42) y Cantabria (60).

Datos nacionales

A nivel nacional, los datos publicados este martes por el INE revelan que las familias que se declararon en concurso de acreedores ascendieron a 934 durante 2011, lo que supone un descenso del 3,9 por ciento respecto a 2010.

Por su parte, las empresas concursadas subieron un 16,7 por ciento, hasta sumar 5.821 procedimientos de quiebra. En total, el número de familias y empresas en concurso fue de 6.755 en 2011, un 13,3 por ciento más que en 2010.

Este repunte anual en el número de deudores concursados contrasta con el descenso del 7,2 por ciento experimentado en 2010. En aquel año, las familias en quiebra bajaron un 11,4 por ciento y las empresas un 6,4 por ciento, lejos de los aumentos de tres dígitos registrados en 2009.

Del total de concursos registrados el año pasado, 6.472 fueron voluntarios, un 14,5 por ciento más que el año anterior, y 283 necesarios, un 9,3 por ciento menos. Atendiendo a la clase de procedimiento, los abreviados aumentaron un 17,4 por ciento en tasa anual, mientras que los ordinarios descendieron un 24 por ciento. Una de cada tres empresas declaradas en concurso en 2011 tenían como actividad principal la construcción y la promoción inmobiliaria.