El Síndic de Greuges ha recomendado al Ayuntamiento de Valencia que adopte "medidas efectivas" para prevenir las "actividades ilícitas" en el barrio de Velluters, tales como el consumo de sustancias prohibidas, prostitución, micciones y deposiciones en la vía pública, contaminación acústica y altercados, entre otras.

En su escrito, consultado por Europa Press, José Cholbi aconseja a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, que "siga controlando, vigilando y potenciando" el cumplimiento de la legalidad en la zona mediante acciones "efectivas" para evitar ese tipo de situaciones.

Una vecina del barrio remitió una queja al Síndic en la que denunciaba que Velluters, en pleno centro histórico, "está cada día más deteriorado y temerario" dado que "sufre desde hace muchos años la prostitución, los escándalos, tráfico de drogas, robos, peleas e insalubridad", entre otros problemas.

En ese escrito, señaló que los vecinos "tienen que soportar" que lo primero que vean sus hijos menores al salir de casa "sean mujeres medio desnudas a cualquier hora del día, que no se limitan a trabajar en un local, sino que mientras llegan a un acuerdo con sus clientes están realizándose tocamientos". Además, indicó que la Policía Local "se persona a cada dos por tres y realiza su trabajo", pero apenas se marchan "ya han vuelto todos al mismo sitio que estaban".

Según la autora de la queja, los vecinos han presentado varios escritos ante el consistorio para denunciar esa situación, aunque "no se aprecia que se adopten medidas definitivas encaminadas a erradicas las conductas incívicas referidas".

Una vez admitida a tramite esa queja, el Síndic solicitó al Ayuntamiento "información suficiente" acerca de esa cuestión y éste le remitió un informe en el que constataba que el barrio de Velluters "históricamente ha presentado problemas" de ese tipo, pese a que "siempre ha existido presencia policial e incluso había una comisaría" de la Policía Nacional, que actualmente está cerrada.

Además, garantizó que la Policía Local "va a continuar trabajando por conseguir la mayor seguridad y calidad de vida" en esa zona y que "se va a mantener la intensidad en la prestación del servicio" y la "presión policial" para "erradicar en la medida de lo posible las actuaciones incívicas que se detecten".

El consistorio destacó que la Policía Local "presta servicio permanente en el barrio" y se centra en los puntos más conflictivos, con una presencia constante de dos coches patrulla durante las 24 horas y de los agentes de barrio en los turnos de mañana y tarde. De enero a septiembre de 2011, realizaron 1.870 servicios y cerraron locales destinados a la prostitución y pisos para alquiler de habitaciones por horas. Según el informe, de ese modo lograron que desaparecieran de la vía pública "la mayoría de las personas que protagonizan actos incívicos no aceptados por el vecindario".

El Síndic trasladó ese informe a la promotora de la queja y ésta decidió presentar alegaciones y ratificarse en su escrito inicial.

En vista de los datos obrantes en el expediente, Cholbi decidió resolver la queja en sentido favorable a la usuaria y recomendar al consistorio que adopte "medidas efectivas" para "prevenir actividades ilícitas" en el barrio de Velluters. No obstante, precisó que no se aprecia que el Ayuntamiento "no esté dando respuesta expresa" a esas "conductas incívicas" denunciadas y que, por tanto, "nada procede reprochar" al consistorio respecto a su actuación administrativa.

Resultados insuficientes y perjuicio para menores

En cualquier caso, el Síndic subraya que las acciones de la Policía "no están siendo suficientes ni están dando los resultados que serían deseables" porque no han logrado erradicar esas conductas que "además de incívicas, muchas de ellas rayan la ilicitud".

Así, concluye que "la no adopción de nuevas medidas o medidas más efectivas no resulta respetuosa con los principios constitucionales básicos" y que además, el efecto sobre los menores que habitan en esa zona "puede ser perjudicial para su desarrollo personal" porque puede hacerles creer que la prostitución o el tráfico de drogas son "una opción profesional equiparable a las demás lícitas".