La provincia costera de Fujian, en el sureste del país, sigue siendo la más afectada, con 28 muertos, especialmente en la cuenca del río Min, que sufre desde principios de junio las peores inundaciones de los últimos veinte años, afectando a 1,8 millones de personas y anegando 9.300 viviendas.

Pérdidas millonarias

Las lluvias torrenciales de esa zona han causado también deslizamientos de tierra y forzaron la evacuación de cerca de 400.000 personas, según el Centro Nacional de Control de Inundaciones, que no registró nuevas víctimas mortales en las últimas horas.

En Fujian, donde once pueblos quedaron anegados tras la rotura de un dique, 7.000 soldados del Ejército de Liberación Popular, policías y reservistas participan en las tareas de contención de las inundaciones y atención a la población afectada.

La situación empeoró en la también costera provincia de Cantón (sur del país), donde el número de muertos ascendió a diecisiete, 5.800 casas quedaron inundadas y se calculan pérdidas económicas por valor de 1.140 millones de yuanes (unos 142 millones de dólares ó 114 millones de euros).

Se prevé que empeore

Otros doce fallecidos se registraron en la vecina provincia costera de Guangxi, y el mismo número en la interior de Guizhou, según informaciones aparecidas en la agencia oficial Xinhua y el diario oficialista China Daily.

Otras provincias del sur del país, como Jiangxi, Hunan y Zhejiang, también se han visto azotadas por las fuertes tormentas de las últimas semanas, pero por el momento no se ha informado de víctimas o pérdidas en esas zonas.

Se teme que la situación empeore en los próximos días, dado que se espera que las lluvias torrenciales continúen al menos en la franja costera de Fujian, Cantón y Guangxi, informó el Buró Central de Meteorología.

Drama habitual

China sufre inundaciones todos los años, especialmente durante el periodo mayo-septiembre en el sur del país, donde se encuentran las cuencas de grandes ríos como el Yangtsé o el Perla.

Las peores inundaciones estivales de la última década ocurrieron en 1998, cuando el desbordamiento de ríos como el Yangtsé y el Songhua causaron 4.200 muertos y afectaron a 240 millones de personas.

El año pasado, los desastres naturales -seísmos, tifones e inundaciones- ocasionaron 2.475 muertos en China, la cifra más elevada de los últimos cuatro años, según el Ministerio de Asuntos Civiles.

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