Descienden casi un 40% las 'denuncias falsas' de padres a profesores, según el Defensor del Profesor de ANPE

Las 'denuncias falsas' y agresiones pasarán de ser consideradas faltas con multas de 180 euros a penas de cárcel

Las denuncias de padres y familiares hacia los profesores de los centros de Infantil, Primaria y Secundaria de la Región de Murcia han experimentando un descenso del 37 por ciento, al pasar de las ocho registradas durante el curso 2009-2010 a cinco en 2010-2011, según ha manifestado el Defensor del Profesor del sindicato ANPE a Europa Press.

En concreto, durante el curso pasado el Defensor del Profesor de ANPE recibió cuatro denuncias en colegios y una de Secundaria. Un descenso que desde dicho Servicio se atribuye a que los padres, cada vez con mayor frecuencia, "se están dando cuenta de que este tipo de denuncias no prosperan, ya que no están bien fundamentadas".

Influye, igualmente, la Ley de Autoridad Docente del Gobierno regional, pendiente de que llegue a la Asamblea Regional para su tramitación, dado que "este tipo de faltas contra los profesores por intimidaciones, acosos, denuncias falsas y agresiones pasarán de ser consideradas faltas, que conllevaba una multa de 180 euros, a ser consideradas faltas penales, que conllevaría incluso penas de cárcel".

De ahí que hayan constatado que la evolución experimentada en los últimos años en este apartado sea la de un descenso, aunque apuntan que "suelen haber altibajos con respecto a algún curso".

Frustración de los padres

Desde el Defensor del Profesor se advierte que estas denuncias de padres o familiares "suelen resultar falsas, en el sentido de que terminan archivándose si son denuncias ante la Policía, o en la Consejería dando la razón al profesor y al centro".

Desde una perspectiva general, este tipo de 'denuncias falsas' suelen estar promovidas, según han explicado a Europa Press desde dicho sindicato, "por estados de frustración que muchas veces los padres, al apoyar las actitudes de los hijos, se encuentran con que no tienen los resultados ni las conductas esperadas, por lo que hacen fuerza con los hijos y se presentan denunciando al profesor, ya sea porque las notas son bajas, o porque el docente insta al alumnos a que cumpla con sus deberes o atienda en clase".

De este modo, los padres acosan al profesor al entender que "las notas son bajas, ya que es lo que los hijos le han transmitido, así como que el profesor le ha tomado cierta manía". 30%

De profesores padecen estrés y ansiedad

Durante el pasado curso, del profesorado afectado por este tipo de clima en las aulas, un 30 por ciento sufrió estrés, ansiedad y pérdida de autoestima; seguido de un 29 por ciento con otras/no presentan problemas; 23 por ciento solicitaron una baja laboral; y un 18 por ciento presentaron síntomas depresivos.

La causa más común suele ser las "amonestaciones que los profesores hacen al alumno para exigirle el buen comportamiento en clase, que cumpla con sus obligaciones y hagan sus deberes y presenten las tareas que se le han encomendado, a lo que el alumno suele responder enfrentándose al profesor y el padre, entonces, toma partido".

Los padres no admiten que su hijo haya podido tener el rendimiento que expresan las bajas notas, y piensa que éste le ha cogido manía a su hijo; por lo que de aquí se derivan las coacciones de los padres a los docentes.

Perfil del alumno problemático

El perfil de este tipo de alumno responde a aquellos, con edades comprendidas entre los 12 y los 16 años, que presentan bajas expectativas, con dificultades de aprendizaje, y que ellos mismos incluso "entablan conflictos con compañeros además de con profesores y suelen ser repetidores de algún curso".

Además, suelen presentar problemas académicos de diversa índole asociados a dificultades de aprendizaje. La mayor parte de ellos participan lo mismo en enfrentamientos con profesores que con sus propios compañeros y la relación familiar con el centros es "escasa y muchas veces difícil".

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