El jefe del dispositivo en la carga de la plaza Catalunya dice que solo siguió órdenes superiores

El intendente de los Mossos Antoni Antolín (centro), con el comisario Joan Carles Molinero (a la derecha), saliendo de los juzgados.
El intendente de los Mossos Antoni Antolín (centro), con el comisario Joan Carles Molinero (a la derecha), saliendo de los juzgados.
Bertran Cazorla / ACN
El intendente de los Mossos Antoni Antolín (centro), con el comisario Joan Carles Molinero (a la derecha), saliendo de los juzgados.

El jefe del dispositivo de los Mossos en el momento del desalojo de los indignados de plaza Catalunya, Antoni Antolín, ha declarado este jueves que sólo ejecutó las órdenes del responsable de la Policía en Barcelona, Joan Carles Molinero, qué estaba en la sala de mando, ha informado la acusación particular.

Arropado precisamente por Molinero, Antolín ha comparecido este jueves como imputado durante unas dos horas y media ante el juez que investiga la operación policial del 27 de mayo pasado, que acabó con cargas contra los indignados acampados en la plaza  Catalunya de Barcelona. Tras la comparecencia, el intendente Antolín y sus letrados han abandonado los juzgados de Barcelona sin hacer declaraciones a los medios.

El abogado de los indignados, Gabriel Miró, ha explicado a los periodistas que el intendente Antolín se ha defendido ante el juez asegurando que sólo actuó "como correa de transmisión" de las órdenes que le venían de Molinero, en aquel momento responsable de los Mossos en Barcelona y quién coordinaba el dispositivo desde la sala de mando.

Según los letrados de la acusación particular, ejercida por los indignados, en su declaración ante el juez, Antolín ha defendido que todas las acciones de los agentes fueron "correctas", de acuerdo con los protocolos de actuación de los Mossos en estas situaciones, y que los policías sólo usaron la fuerza contra los acampados que actuaron violentamente.

Según los letrados de los indignados, Antolín, que dirigió el dispositivo in situ, no ha sabido distinguir entre qué objetos de la plaza eran peligrosos y se debían retirar y cuales no, por lo que los abogados de la acusación consideran que el objetivo del dispositivo era retirar "todos los elementos y desmontar el campamento". En su momento, el Departamento de Interior defendió que la intervención en la plaza de Catalunya no era para desalojar a los indignados, sino para retirar objetos peligrosos para evitar que fueron usados en una eventual celebración deportiva.

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