Ahora bien, entre los sistemas de seguridad de mayor demanda se encuentran las cámaras de videovigilancia, que cada vez más se instalan en viviendas particulares. Algunas, incluso, permiten un control remoto a través de Internet y, según las empresas consultadas,  los vigueses las prefieren para poder controlar su casa en tiempo real desde su lugar de vacaciones.

Precio y calidad

Sin embargo, estas prestaciones tienen su precio. Muchas veces, los vigueses se deciden por lo más barato, aunque estas soluciones, a veces, salen caras. «Una alarma no es sinónimo de seguridad porque hoy se anulan con cualquier inhibidor de frecuencias», explican desde Segurlem.

Mientras una alarma sencilla para un piso ronda los 400 euros, un sistema de seguridad completo para un chalé puede llegar a alcanzar los 14.000 euros.

A pesar de todo, los expertos aseguran que no es necesario irse a los extremos. «Un sistema de seguridad normal, conectado a una central, con teclado y tres detectores de presencia, puede conseguirse por no más de 600 euros», aseguran en Fichet.

El tiempo de instalación también varía en función del sistema de seguridad elegido, pero normalmente basta una jornada de trabajo –seis horas– para tener la vivienda protegida.

Hay que «estar atentos»

El subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Delfín Fernández, ha asegurado que, en relación con las bandas organizadas, «hay que poner los cinco sentidos para prevenir y estar atentos ante la posibilidad de que puedan pasar por aquí alguno de estos grupos». Un consejo del que han tomado nota los vigueses. Sin embargo, desde enero, los delitos se han reducido en Vigo un 11,17% respecto al año anterior, aunque recordó que en verano suele aumentar la delincuencia.