La viceportavoz del Grupo Parlamentario Socialista, María José Caride, ha criticado este miércoles que la marcha del presidente de la Diputación de Ourense, José Luis Baltar, no vaya a suponer "un incremento de la transparencia y la democratización" en esta institución como "esperaría" cualquier "demócrata", ya que "es entendida como una finca que se deja en herencia a unos herederos".

"No es el mejor escenario de democracia ni de transparencia", ha remarcado y, preguntada al respecto en rueda de prensa, ha optado por "mantener todas las precauciones y cautelas" sobre "el futuro" de la institución provincial.

A mayores, ha pedido al "sucesor" del barón popular —"sobre todo, si es su hijo"— que aproveche al "magnífica oportunidad" que los socialistas le brindan para "demostrar si está con los ciudadanos o es una pieza más de la estrategia del PP", a través de una iniciativa para rechazar la instalación de una planta incineradora en O Irixo.

"Ahí podremos ver si el sucesor defiende los intereses de los ciudadanos de Ourense o, por la contra, está alineado con la estrategia del PP para toda Galicia", ha incidido, convencida de que esta planta provocará "que se perjudiquen los ciudadanos de Ourense en la procura, única y exclusivamente, de intereses privados de empresas privadas".