El conseller catalán de Interior, Felip Puig, les exigió el pasado lunes a varios mossos el número de placa, que no llevaban visible, durante un control de tráfico contra los recortes que había causado un atasco en el que se vio atrapado. Así lo han asegurado fuentes sindicales de los Mossos al semanario Directa.

Puig salió de su casa de Vallromanes (Barcelona) en su coche oficial y acompañado de su escolta para dirigirse al departamento de Interior. Sin embargo, cuando se encontraba en la BP-5002 a la altura de Granollers, se quedó atrapado en una retención de más de tres kilómetros. Tras llamar por teléfono a la sala de mando de la Policía catalana, les informaron de que no había ningún control programado ni ningún accidente en la vía que justificara el atasco.

Cuando el coche de Puig llegó, por fin, al punto donde varios coches patrulla de los Mossos estaban realizando el control, éste, muy indignado, se bajó del vehículo y se dirigió a los agentes: "Buenos días, soy el conseller de Interior. ¿Podrían explicarme que está pasando aquí?". Lo que sucedió a continuación depende las fuentes. Según la conselleria de Interior, Puig les pidió que "agilizaran el control" dado que estaba creando una cola interminable. En cambio, fuentes sindicales aseguran que el conseller exigió a dos agentes que se identificaran ante su escolta, que apuntó los números de placa.

Los Mossos no llevaban visibles los números TIP, como también sucedió en las manifestaciones de indignados y movimientos sociales. Un hecho muy criticado por los manifestantes, pero que hasta ahora había defendido el conseller. El Departamento de Interior ha abierto, a raíz de este suceso, una investigación.

De hecho, la Conselleria detectó esste lunes controles policiales de tráfico que no estaban planificados ni habían sido comunicados, y los ha enmarcado en las protestas sindicales de mossos d'Esquadra estos días a raíz de sus reivindicaciones laborales. Fuentes de Interior han considerado "puntuales" estos hechos, entre los que hubo sendos controles al final de la avenida Paral·lel y en la Meridiana de Barcelona. Aunque no han comportado ningún expediente ni sanciones, la Conselleria ha llamado la atención a los agentes por estos "hechos aislados".

Los sindicatos se han desvinculado de esta práctica, y han asegurado que ninguno ha dado órdenes para que se hiciesen más controles de los previstos con el fin de colapsar el tráfico, pero han explicado que los agentes tienen la potestad de hacer controles cuando lo estimen oportuno sin órdenes previas.

Tanto el portavoz de SAP-UGT, Antoni Castejón, como el de SPC, David Miquel, han explicado que los agentes han recibido la orden de "no hacer controles no planificados o autorizados", después de que, según su versión, el coche oficial del conseller sufriese una retención.