La organización agraria Unió de Pagesos (UP) ha cifrado en 51 millones de euros las pérdidas que tendrán los agricultores catalanes productores de aceituna para aceite por la escasa cosecha a causa de la sequía y la bajada de los precios en origen desde la campaña 2007-2008.

El mayor sindicato agrario catalán ha advertido este martes de que con la cosecha de olivas prácticamente acabada, la campaña 2011-2012 se cerrará con una producción de 13.249 toneladas.

Esta cifra significa un 63% menos que la media de la producción de las campañas que van entre 2008 y 2010, y que fue de 35.823 toneladas.

Catalunya es la comunidad en la que más consecuencia ha tenido la sequía dado el incremento en otras comunidades de plantaciones intensivas generalmente con sistemas de regadío.

El sindicato ha precisado en un comunicado que el principal problema que sufre el sector es el empeoramiento de la crisis de precios campaña tras campaña.

En el caso del olivo la crisis comenzó en la campaña 2007-2008 y ya ha comportado una pérdida de ingresos de más del 40% para los productores catalanes.

Argumenta el sindicato que los precios se han hundido desde los 0,60 euros el kilo en 2005 hasta los 0,30 euros el kilo del 2010 y el 2011.

UP ya alertó en mayo de 2008 que la crisis de precios no respondía a razones de mercado sino a la presión ejercida por la gran distribución y a la sumisión de envasadores e industriales a esta presión porque los precios fueran a la baja.

En este sentido, el sindicato ha interpuesto denuncias, estos últimos años, ante el organismo competente de la administración al detectar aceites de oliva de calidad inferior a la que indicaba la etiqueta, aceites de oliva mal etiquetados e indicios de prácticas como presunta venta a pérdidas o abuso de la posición de dominio.

Para paliar la situación de crisis, UP plantea investigar las presuntas prácticas ilegales de la gran distribución, incrementar los controles en el etiquetado, adecuar la fiscalidad de los productores a la pérdida de ingresos, fomentar el uso del aceite de oliva dentro de las instituciones catalanas o sustituir el actual mecanismo de almacenamiento privado por uno de retirada de producto del mercado.

En cuanto a los efectos de la sequía, la organización agraria ha pedido a la Conselleria de Agricultura que articule una ayuda de Estado para los productores más perjudicados para evitar el abandono de las explotaciones.

El sindicato propone que la ayuda se dirija sólo a aquellos agricultores a título principal que hayan sufrido pérdidas superiores al 30% de su producción, y que ésta suponga una parte significativa de sus ingresos.

UP calcula que se necesitarían 8 millones de euros para unas 6.000 explotaciones, las más afectadas.

Además, el sindicato también ha propuesto al Govern como medida a corto plazo ampliar el periodo de carencia de los préstamos suscritos por los titulares de explotaciones de olivo, y al Gobierno central, una adecuación de la fiscalidad, beneficios fiscales, exención durante un año del pago de las cuotas de la Seguridad Social y ampliar el periodo de carencia de los préstamos.