El Ayuntamiento de Teruel, en su Junta de Gobierno Local, ha ratificado este lunes la subida del 3,2 por ciento en el precio del billete del autobús urbano que, pasará a costa 1 céntimo más hasta los 76 céntimos. Al mismo tiempo, el Consistorio sigue estudiando cómo reducir las subvenciones que cada año dan a la empresa adjudicataria del servicio (Tezasa), para compensar pérdidas o por los billetes bonificados y que, en 2011 fueron de 570.000 euros.

En declaraciones a los medios de comunicación, tras la Junta de Gobierno Local, el alcalde de Teruel, Manuel Blasco, ha señalado que la subida que hoy ha sido ratificada, "no es ninguna novedad porque ya estaba acordada por el Pleno, pero tenía autorizarlo la Junta Regional de Precios". Según ha dicho, el incremento del 3,2 por ciento "es una subida simbólica" que el ciudadano "casi no lo nota". Así, el billete costará ahora 76 céntimos, uno más que en 2001; el bono general pasará de 0,53 a 0,56 y los bonos de jubilados y estudiantes de 0,38 a 0,40 euros.

En este sentido, y a pesar de que hoy no estaba sobre la mesa, Blasco ha dicho que "hay que ir trabajando en la línea de cobrar por la prestación de los servicios en función de la renta de las personas y de sus necesidades". Y es que, Blasco ha dicho que no es "razonable ni justo" que "pueda haber una pareja de jubilados que cobre más que un parado de larga duración con cuatro hijos", y que aquellos paguen menos por el autobús. Y es que, ha apreciado que "las subvenciones se deberían estudiar en función de la renta y no de la edad".

Al margen del precio del billete, Manuel Blasco ha indicado que "seguiremos trabajando para que el servicio sea cada vez menos deficitario para el Ayuntamiento". Según ha recordado todos los años, el Consistorio paga "cerca de 600.000 euros de subvenciones a la empresa y eso sale del resto de los impuestos o de las aportaciones de los ciudadanos".

Por eso, "seguimos trabajando para suprimir algunas subvenciones para que este servicio básico que, se presta bien, tenga menos déficit del que tiene". De esta forma, junto con la empresa, se baraja la posibilidad de suprimir algunas líneas que "son ruinosas porque no va nadie".

En esta línea, ha agregado el alcalde que, de momento "no hemos decidido nada", sobre la posibilidad de que los autobuses lleguen a los barrios rurales, en los que actualmente no se presta este servicio. En cualquier caso, "lo que no se puede pedir es líneas para una o dos personas que, hagan que el autobús vaya vacío". Según ha subrayado, "se tiene que dar el servicio allí donde se necesita para el interés general, porque sino al final sería un taxi grande que va a atender a unos pocos y eso la ciudad no se lo puede permitir".