Un año en antena. ¿Con qué se queda de estos doce meses?

Ha sido un año muy estimulante, con grandes cambios en lo económico, lo político y lo social. Hemos conseguido consolidar un programa de debate donde están representadas todas las opciones, y siempre con un clima de inconformismo positivo.

¿Qué es lo más difícil de moderar en un debate?

Encontrar las claves para explicar lo que pasa en un mundo con muchísima información. Y plantear las preguntas adecuadas, que son tan importantes como las respuestas.

Rubalcaba, Gallardón, Esperanza Aguirre, González Pons... ¿Cuál de los invitados ha sido el hueso más duro de roer?

Ha habido entrevistas muy interesantes, pero las de Esperanza Aguirre y Rubalcaba fueron de las más intensas. Aunque, ante todo, yo valoro mucho que un político tenga la osadía de sentarse en un programa a responder en directo a analistas y tertulianos que no siempre están cercanos a ellos ideológicamente.

También pasó por allí Carme Chacón. ¿Apuesta por ella o por Rubalcaba?

Lo importante es que se ponga en marcha un proceso de debate, de renovación democrática. Hay que valorar el hecho de que unos militantes debatan en unas primarias abiertas. Pero en cualquier caso, no se puede apostar por lo mismo de siempre.

Ya me dice quién es su favorita...

Bueno, es que el PSOE ha recibido un toque de atención importante por parte de un electorado que exige esa renovación y ese debate.

Disfruta usted hablando de política. Y en el plató se le nota.

Desde luego. Todos disfrutamos. Porque ante todo soy periodista, y este es un programa muy periodístico.

Y además se moja a menudo...

Sí. Cuando un periodista está en un medio público, debe ser neutral; pero si está en uno privado, ha de ser honesto. Este es un programa heterodoxo y plural, pero planteado desde el centro izquierda.

¿Vienen malos tiempos para una televisión que se ubica en ese centro izquierda?

Vienen tiempos interesantes. Es cierto que en el mundo son mayoría los medios cercanos a la derecha, porque el dinero y el poder están más próximos a ella. Pero aquí puede existir una televisión con ese punto de vista. Aunque sea la única.

En ese sentido, ¿cómo afectará la fusión con Antena 3?

Estamos en un momento de espera. La fusión se consolidará cuando pasen todos los trámites. Pero es un maravilloso desafío de futuro. Si se consolida, vamos a convertirnos en un grupo fuerte y heterodoxo.

Cierre de medios, precariedad... Son también tiempos duros para el periodismo...

Tengo una confianza inquebrantable en el periodismo, y más en los tiempos difíciles. Especialmente cuando se hace periodismo inconformista.

En casa son dos periodistas inconformistas. ¿Cómo son los debates de sobremesa entre usted y su mujer, Ana Pastor?

Son intensos, convulsos... y con un alto grado de adrenalina (risas).