El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, ha instado al primer ministro chino, Wen Jiabao, a reducir significativamente las importaciones de crudo de Irán, dijeron fuentes estadounidenses al término de la visita de dos días del enviado del presidente norteamericano, Barack Obama.

Las mismas fuentes dijeron que Geithner había formulado la misma petición a todas las autoridades chinas con las que se reunió en Pekín, a las que explicó la nueva política de sanciones de Washington contra la industria petrolera iraní.

"Hemos comenzado un amplio esfuerzo diplomático global para intensificar la presión sobre Irán con las nuevas medidas, hemos explicado (a las autoridades chinas) lo que consideramos importante y nos escucharon", destacaron estas fuentes.

La ley firmada por el presidente estadounidense el pasado 31 de diciembre establece sanciones para cualquier entidad financiera extranjera que establezca lazos con el Banco Central de Irán, al prohibirles abrir o mantener operaciones relacionadas con la compraventa de petróleo en Estados Unidos.

La medida pretende reducir las ventas iraníes en grandes mercados de países de la Unión Europea (UE), o de Asia, como la propia China, Japón, Corea del Sur o India.

Las presiones de Washington coinciden con el anuncio por parte del Gobierno chino de una gira oficial del primer ministro chino a tres grandes productores de petróleo (Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Qatar) entre los días 14 y 19 de enero.

El secretario del Tesoro estadounidense, que el jueves estará en Tokio, se reunió también en Pekín con el vicepresidente chino, Xi Jinping, quien asumirá el liderazgo del Partido Comunista de China (PCCh) a finales de 2012 y la presidencia de China en 2013, así como con los viceprimeros ministros, Li Keqiang y Wang Qishan, y el titular de Finanzas, Xie Xiren.

Según dijeron funcionarios estadounidenses que siguen la visita, Wen señaló a Geithner que "siempre creía que el diálogo funciona mejor que el enfrentamiento y la cooperación mejor que el acorralamiento", respecto a las sanciones que Washington ha impuesto a Teherán.

El jefe del Ejecutivo chino señaló al enviado estadounidense que lo mismo puede aplicarse a la relación entre China y EE UU, aludiendo al deseo de Pekín de que Washington reduzca las restricciones a la compra por China de alta tecnología y facilite la inversión del país asiático en Estados Unidos.

Mientras que Wen destacó que la situación económica global es "muy compleja", Geithner señaló que si China cumpliera más con los derechos de propiedad intelectual, las empresas estadounidenses estarían dispuestas a compartir tecnología punta con las chinas.

El secretario del Tesoro también destacó que el yuan sigue infravalorado, lo que proporciona una ventaja añadida a las exportaciones chinas y perjudica el sector manufacturero estadounidense por lo que pidió que se acelere la lenta apreciación de la moneda por parte de las autoridades de Pekín.

Por su parte, fuentes oficiales chinas dijeron que los dirigentes estadounidenses deberían preservar e impulsar el desarrollo de las relaciones entre China y EE UU.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Liu Weimin, rechazó las acusaciones de que China robe empleos a los estadounidenses y de que no respete los derechos humanos.

"China se opone a las críticas sin fundamento de algunos candidatos de las elecciones primarias del Partido Republicano", afirmó Liu, sin precisar candidato alguno.

Los políticos responsables deberían darse cuenta de que una estrecha cooperación con China beneficia a EE UU, añadió la fuente de la Cancillería.

"Acusar a China no será muy útil a la solución de los problemas domésticos de EE UU y tampoco a un candidato republicano a ganar la elección", concluyó Liu.