Parejas que rompen tópicos

Mactar y Gemma, con su hija Aisha.
Mactar y Gemma, con su hija Aisha.
HUGO FERNÁNDEZ
Mactar y Gemma, con su hija Aisha.

"Eres muy guapa" fue lo primero que dijo Mactar Diop a Gemma Camacho cuando se conocieron. Fue en otoño de 2006 y un año después se casaban. Él nació en Senegal y llegó a Cataluña para trabajar en Girona. Ella es educadora infantil y nació en el barrio del Besòs, donde ahora viven con su hija Aisha, de dos años.

"Si es buena persona, es normal que te enamores de él", explicaba con una sonrisa Gemma, que afirma que los amigos senegaleses de su marido siempre la han tratado "como una reina". Para Mactar el cambio cultural no fue un problema y pronto aprendió el catalán y el castellano.

Es un caso de mestizaje cultural y racial, pero no el único en el barrio, según afirman los vecinos y ha podido comprobar 20 minutos. Y esto confirma, como insisten en decir los vecinos, que "el Besòs no merece estar en el punto de mira únicamente por sucesos" como el acaecido la semana pasada, cuando un joven murió de un balazo por una discusión callejera.

Normalidad

Lorena Arellano y Raúl Pouye son del Besòs, "de toda la vida". Allí fueron a la escuela, tuvieron sus primeros amigos y se conocieron. Ahora son pareja. Raúl tiene raíces senegalesas, pero esto no le ha supuesto ningún problema en su barrio: "Todos saben que es de aquí, lo importante es que sea buena persona", explicaba Lorena y puntualizaba que nunca han tenido ningún problema de tipo racista.

Los dos tienen claro que su barrio está compuesto de varias etnias y culturas, pero insisten en que, a pesar de que no suelen mezclarse entre ellas, cada vez hay más parejas mixtas. "He tenido parejas negras, blancas, de aquí o francesas, lo importante es la persona", decía Angela Savastano, una italiana que después de ver medio mundo decidió instalarse en el Besòs. Le atrajo la multiculturalidad que encontró.

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