Unas 30.000 personas celebraron la Nochevieja en la Plaza Cataluña de Barcelona, unas 10.000 menos que un año antes y 20.000 menos que en 2009, según el Ayuntamiento de Barcelona, que destacó la tranquilidad con la que se desarrolló la fiesta.

El dispositivo de seguridad permitió requisar 126 botellas de cristal y 902 latas y evitar así que pudieran ser arrojadas a otros participantes. Empleados del área de Medi Ambient repartieron 10.000 vasos de plástico. A las dos de la madrugada, los servicios de limpieza habían recogido cerca de 7.000 quilos de basura, una hora antes de lo previsto.

El conseller d’Interior, Felip Puig, valoró "satisfactoriamente" la velada, que finalizó con pocos incidentes y una "tranquilidad por encima de lo normal", gracias al "buen trabajo" de la policía en "prevención y reacción rápida". Sin embargo, la difícil situación económica también puede haber "incidido".

Puig también señaló que los nuevos horarios de apertura de los locales de ocio –que en Nochevieja pudieron abrir hasta más tarde– favoreció la salida "escalonada" de los clientes y que quienes quisiesen pudieran ir a desayunar a una panadería o continuar la fiesta en un after, pues ya estaban abiertos. Pese a todo, el teléfono de emergencias 112 atendió 2.402 llamadas sobre 1.900 incidentes y la Policía catalana tuvo constancia de 160 peleas –ninguna grave–, y praticó 72 detenciones en toda Cataluña, un 24% menos que el año anterior. Los delitos contra el patrimonio, como los robos, motivaron 20 arrestos; la violencia doméstica, 16, y las lesiones, 6 más.

Durante las 12 horas que duró el dispositivo de Nochevieja, se registraron 41 accidentes de tráfico, pero ninguno de ellos dejó víctimas mortales, aunque cinco personas resultaron heridas de gravedad y once, de carácter leve. Unos 300 agentes se dedicaron a tareas de seguridad viaria como los controles de alcoholemia y estupefacientes en 81 puntos establecidos en carreteras catalanas.

Concretamente, realizaron 2.400 controles de alcoholemia, de los que el 5,4% dio positivo –un porcentaje similar al de 2010–, la mayoría en el área metropolitana de Barcelona y en la demarcación de Girona. En total, 131 conductores fueron sancionados por la vía administrativa y otros 22 fueron denunciados por la vía penal: dos de ellos por negarse a someterse al control, y nueve por circular sin permiso de conducir, bien porque habían perdido todos los puntos,bien porque no lo habían obtenido nunca.

Asimismo, la policía efectuó 25 lecturas de drogas y el 52% de las cuales resultaron positivas, principalmente por hachís y cocaína. Este año, los agentes fueron más "selectivos" y, pese a realizar menos controles de estupefacientes, cazaron más infractores. Durante las 12 horas que duró el dispositivo de Nochevieja, se registraron 41 accidentes de tráfico, pero ninguno de ellos dejó víctimas mortales, aunque cinco personas resultaron heridas de gravedad y once, de carácter leve.

Unos 300 agentes se dedicaron a tareas de seguridad viaria como los controles de alcoholemia y estupefacientes en 81 puntos establecidos en carreteras catalanas. Concretamente, realizaron 2.400 controles de alcoholemia, de los que el 5,4% dio positivo –un porcentaje similar al de 2010–, la mayoría en el área metropolitana de Barcelona y en la demarcación de Girona.

En total, 131 conductores fueron sancionados por la vía administrativa y otros 22 fueron denunciados por la vía penal: dos de ellos por negarse a someterse al control, y nueve por circular sin permiso de conducir, bien porque habían perdido todos los puntos,bien porque no lo habían obtenido nunca. Asimismo, la Policía efectuó 25 lecturas de drogas y el 52% de las cuales resultaron positivas, principalmente por hachís y cocaína. Este año, la Policía fue más "selectiva" y, pese a realizar menos controles de estupefacientes, cazaron a más infractores.