El pleno del Ayuntamiento de Carmona (Sevilla), gobernado por Juan Ávila, ha aprobado por unanimidad una moción presentada por Izquierda Unida para reprobar las manifestaciones realizadas por Cayetano Martínez de Irujo en cuanto a la actitud de los jóvenes andaluces ante el trabajo.

El pleno, según informa el Ayuntamiento, ha considerado importante reprobar estas declaraciones dada la relevancia social de su familia, y a que Cayetano Martínez de Irujo puede ser considerado ciudadano de Carmona, al ser uno de los principales terratenientes de su término municipal y poseedor de más de 2.500 hectáreas de tierra agrícola, entre ellas la finca 'Las Arroyuelas'. Sobre esta finca, una inspección urbanística resumida en un acta recogida por Europa Press había puesto de relieve la localización de obras de nueva planta sin licencia, extremo depositado en el Ayuntamiento de Carmona.

De cualquier modo, la portavoz del grupo municipal de IU, Encarnación Milla González, exigió en el pleno la rectificación y disculpas públicas por las declaraciones ofensivas para el pueblo andaluz, "dada la situación calamitosa de paro que sufren muchos andaluces", exigiéndole a su vez respeto a Andalucía, a su historia y a sus circunstancias económicas y sociales, "plagadas de injusticias, agravios y desigualdades".

Igualmente y sobre la titularidad de la finca 'Las Arroyuelas', situada en el término municipal de Carmona y perteneciente a la Casa de Alba, el pleno ha aprobado facilitar el trabajo a historiadores e investigadores para que puedan acceder a los archivos municipales e investigar la titularidad legal de esta propiedad.

Gracias a los trabajos de investigación del catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Sevilla Leandro Álvarez Rey y los investigadores locales Antonio Lería y Francisco Eslava, se sabe que la finca "Las Arroyuelas" fue expropiada en 1933 por el entonces Instituto de Reforma Agraria (IRA) y entregada legalmente a 80 familias de Carmona para su explotación. Tras el golpe militar, el franquismo revertió los terrenos a la Casa de Alba, siendo varios de sus adjudicatarios fusilados. Lo que no queda lo suficientemente claro es la forma en la que estas tierras volvieron a ser de titularidad de la Casa de Alba.