El secretario de Comunicación del PSOE-A y diputado autonómico, Miguel Ángel Vázquez, ha denunciado este miércoles el "ninguneo" del Ejecutivo del PP al presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, en el acto de toma de posesión del lunes de la nueva delegada del Gobierno en esta comunidad, Carmen Crespo, al no permitir que tuviera una intervención.

En una entrada en su blog personal consultada por Europa Press, Vázquez ha manifestado que a las primeras de cambio, "esta derecha triunfante subida en su ola azul ha vuelto a las andadas de las actitudes despóticas de la era Aznar", lo que es un "mal comienzo para una legislatura con temas tan urgentes para acometer desde el consenso y la cooperación entre administraciones".

A su juicio, la toma de posesión de la nueva delegada del Gobierno en Andalucía fue "un ejemplo del sectarismo y de la falta de respeto a las instituciones autonómicas que recordó a otros infaustos tiempos".

Para Vázquez, desde el Gobierno de España "se respondió a la mano tendida y a la oferta de colaboración lanzada por el presidente andaluz con un desplante injustificado e injustificable", ya que se presentó la "flamante vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, con una delegación de la representación de Mariano Rajoy en el acto, en una triquiñuela para desplazar y agraviar al jefe del Ejecutivo regional".

Según ha explicado, la "maquinaria de la intolerancia del Partido Popular rebuscó una fórmula legal para agredir al presidente de los andaluces y las andaluzas, que demostró altura de miras al acudir a un acto para mejor gloria de sus adversarios políticos".

En lugar de permitir la intervención de Griñán en el acto, en el que sí habló Soraya Sáenz de Santamaría, según el dirigente socialista, se optó por el "ninguneo" al presidente de la Junta, lo que evidencia que "la cortesía política no parece estar en el manual de urbanidad del PP, o quizá están embriagados de tanto éxito que los mueve el fanatismo".

Para Vázquez, estas "argucias mezquinas tienen la firma de un político de antes y de ahora, el presidente del PP-A, Javier Arenas, instigador de la estrategia de confrontación con Andalucía durante los ocho años negros de Aznar para con esta tierra".

"No se trata de un desplante a un dirigente socialista, sino al primer representante del Estado en Andalucía y de los ocho millones y medio de ciudadanos de esta comunidad", según Miguel Ángel Vázquez, para quien, estando Arenas "por medio y con la ansiedad de afrontar su cuarta tentativa a la Junta, han vuelto los viejos y malos modos de antaño".