Los años bisiestos, como 2012, evitan que el calendario se dé la vuelta cada 500 o 600 años

  • Este 2012 será bisiesto, una particularidad que sucede cada cuatro años y que viene a corregir las diferencias en el calendario.
  • En realidad, cada año tiene 365 días y 6 horas, y con esto se evita que las fechas astronómicas y cronológicas dejen de coincidir.
2012 será un año bisiesto.
2012 será un año bisiesto.
ARCHIVO
2012 será un año bisiesto.

Este 2012 será bisiesto, una particularidad que sucede cada cuatro años y que viene a corregir las diferencias en el calendario, ya que en realidad cada año tiene 365 días y 6 horas, y con ello evitar que las fechas astronómicas y cronológicas dejen de coincidir.

Así, según explica el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Manuel Mandianes, el año bisiesto (cuando febrero tiene 29 días en vez de 28) viene a corregir el hecho de que cada año tiene 365 días y 6 horas, que no se contabilizan y que se suman cada cuatro años formando un nuevo día y, por ende, un año de 366 días.

De este modo, Mandianes ha señalado que entre las "consecuencias más dramáticas" de no existir el año bisiesto, los seres humanos no podrían seguir el ciclo de la naturaleza, ya que, por ejemplo, la floración de las plantas reventaría en lo que conocemos como verano cronológico. "Si no añadimos a febrero no podríamos controlar ningún fenómeno a través del calendario", ha insistido.

Además, el hecho de que ese día de más se añada en febrero se debe a que el cómputo que se realiza depende del solsticio de invierno y de la distancia de la luna respecto a la Tierra.

El experto asegura que el año bisiesto "arregló los desperfectos que había" y ha añadido que aun así quedan unas pequeñas diferencias que, en un año o lustro no se aprecian, pero que se notan a largo plazo. De hecho, ha apuntado que los científicos corrigen y regulan estas décimas de segundo tanto en los relojes como en los calendarios. En ese sentido, se ha referido a las fiestas litúrgicas, que no cambian de fecha y otras, que son movibles, dependen de las lunas, como el Carnaval o la Semana Santa.

Los años bisiestos fueron introducidos por primera vez en el Calendario Juliano, aunque el que está actualmente vigente es el año gregoriano que se reformó bajo el papado de Gregorio XIII.

Respecto a las creencias populares, ha subrayado que éstas son de gran importancia y que antiguamente se decía que los niños que nacían en años bisiestos eran personas especiales, con poderes, o que podían ser curanderos. Sin embargo, a su juicio, si los bisiestos son años extraordinarios es porque ocurren cosas extraordinarias o no en años bisiestos, no por el mero hecho de serlo. "Las creencias populares son muy importantes, pero desde el punto de vista cultural, ya que desde el científico demuestran que esto no tiene ninguna relación con hechos especiales", ha concluido.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento