El 82,3 por ciento de las personas con discapacidad de Galicia opina que su integración laboral responde a una obligación legal, pero no a un compromiso verdadero del empresario, aunque su índice de satisfacción en el trabajo es elevado, al alcanzar el 70 por ciento.

Frente a ellos, sólo un 17,7 por ciento de los encuestados opina que la mentalidad más abierta de las empresas, y de la sociedad, es la responsable de los adelantos vividos en su integración laboral.

Así lo revela la encuesta '¿Qué tres deseos le pides al nuevo año?', realizada por la Fundación Adecco entre 750 personas con discapacidad, de las cuales 115 son gallegas. Normalización y accesibilidad se sitúan en el centro de los deseos de los encuestados.

Un 55% de los encuestados gallegos en paro opina que su discapacidad es la responsable de su situación de desempleo. Para las personas con discapacidad, la inserción en el mercado laboral es aún complicada, de forma que su tasa de actividad no llega a la mitad de la población general (un 36,2 por ciento frente a un 75,9 por ciento) y su tasa de paro se sitúa en un 23,3 por ciento, más de dos puntos porcentuales superior a la registrada entre el resto de la población.

En el referido estudio, los encuestados demandan al nuevo Gobierno que en 2012 los edificios estén adaptados para que las personas con movilidad reducida puedan llevar una vida normal. Además, piden al Ejecutivo que elimine del diccionario términos con connotaciones peyorativos como "minusválido".

Al preguntar a los encuestados qué tipo de ayudas son más necesarias para impulsar la integración laboral de las personas con discapacidad, ganen las relacionadas con la sensibilización (51 por ciento), superando incluso a las ayudas económicas (39 por ciento) y a las de accesibilidad (10 por ciento).

Camino por recorrer

Aunque los encuestados reconocen que aún queda mucho camino por recorrer, las personas con discapacidad tienen cada vez más presencia en la vida social y laboral, una afirmación en la que están de acuerdo la mayoría de los gallegos encuestados, el 56 por ciento.

No obstante, un 38,3 por ciento alerta de que las personas con discapacidad no gozan de las mismas oportunidades que los demás y que están continuamente expuestas a la discriminación. En el otro lado, un 5,7 por ciento declara que las personas con discapacidad ya forman parte activa de la sociedad, y que su integración definitiva es sólo cuestión de tiempo.

Para un 82,3 por ciento de los gallegos encuestados, los avances en el empleo de las personas con discapacidad se han producido gracias a la Ley de Integración Social del Minusválido (LISMI), que desde 1982 obliga a las empresas de más de 50 trabajadores a contratar a una proporción de empleados con discapacidad no inferior al 2 por ciento.