Los productores españoles de frutas y hortalizas prevén cerrar el ejercicio 2011 con un aumento de las exportaciones del 9%, hasta unos 10,4 millones de toneladas, aunque el valor de estas ventas se mantendrá en términos similares al del año pasado, en un ejercicio marcado por la denominada 'crisis del pepino' y por las importaciones de Marruecos, informó la organización Fepex en un comunicado.

El incremento del volumen exportado se explica por la evolución positiva de las ventas al exterior en los primeros meses de 2011, interrumpida por la crisis de E. coli, que "provocó un descenso generalizado del consumo en la UE" y una caída de las exportaciones del 10% en mayo, del 23,5% en junio y del 6% en agosto.

Para Fepex, los daños causados por la crisis del E. coli se centraron en la pérdida de producción y la no comercialización de productos, los daños comerciales por el descenso de precios generalizados y los daños en la imagen y en la confianza de los consumidores.

Las medidas de apoyo aprobadas por la Comisión Europea no han compensado, a juicio de la organización, el daño provocado. "Esta crisis ha puesto en evidencia, por un lado, el mal funcionamiento de los servicios de la Comisión responsables de las alertas sanitarias y, por otro, la ineficacia de las medidas de política agraria comunitaria de gestión de crisis de mercado", advirtió.

Por otro lado, Fepex apuntó que el fuerte crecimiento de las importaciones procedentes de Marruecos de productos como la fresa, el calabacín o el tomate agudizó la crisis en 2011.

En el caso del tomate, la exportación marroquí al mercado de Saint Charles, en Perpignan, Francia, ha cuadruplicado a la española en el mes de octubre y la ha quintuplicado en noviembre, lo que para la organización supone que Marruecos ha expulsado al tomate español del que ha sido su principal mercado. Además, denunció que Marruecos está incumpliendo el acuerdo firmado con la UE.

Ante esta situación, reclamó a los eurodiputados españoles que voten en contra de la ratificación del nuevo protocolo agrícola del Acuerdo de Asociación, cuya votación esta prevista en el pleno del Parlamento Europeo de febrero, porque "abocaría a la pérdida de empleo y de explotaciones y a la desaparición del sector, dadas las diferencias abismales existentes entre los salarios y las condiciones de producción" existentes entre España y Marruecos.