Apenas queda un día para que la imagen del emblemático edificio de Casa Mar empiece a borrarse de la fachada marítima de la ciudad. Mañana mismo se iniciará la demolición de la antigua nave industrial, que se empezará desde el interior del inmueble, según han asegurado a 20 minutos fuentes de la constructora  del  Auditorio-Palacio de Congresos de Vigo, Sacyr-Vallehermoso.

Las primeras actuaciones consistirán en la retirada del mobiliario y elementos que todavía permanecen dentro del edificio. Inmediatamente después, el derribo se llevará a cabo sin recurrir al uso de explosivos, ya que se trata de una zona sensible, con viviendas muy próximas y empresas en activo en todo el entorno, explicó la constructora. Se prevé que estos trabajos acaben en septiembre.

Para garantizar que la demolición tenga el mínimo impacto posible en la zona, se utilizará una maquinaria especial para cortar hormigón y hierro desde el interior del inmueble y desmontarlo por piezas, de arriba abajo, tal y como se hizo con el Windsor.

Tráfico en Beiramar

El inicio de las obras no supondrá, por el momento, un problema para los vehículos que circulan por Beiramar. Si bien el progreso de la demolición podría requerir más adelante la reducción de algún carril en la avenida, tal y como apunta la empresa de ingeniería Idom, ni Sacyr ni el Concello contemplan que se vaya a realizar nunca un corte total en la vía.

Claves del proyecto

30 meses: Es el plazo que tiene la concesionaria para terminar el auditorio, por lo que estaría listo al fin de 2009.

Ocio: Además de cuatro salas para congresos y exposiciones, el edificio albergará un centro comercial y un hotel con 120 habitaciones.

Aparcamiento: El auditorio sumará 900 plazas de parking a esta zona de la ciudad. Los primeros diez minutos podrían ser gratuitos.

Emblema de la ciudad

El Auditorio-Pazo de Congresos de Vigo aspira a convertirse en algo más que un edificio. Quiere ser un símbolo de la ciudad. Algo así como el Guggenheim vigués, tal como subrayó el presidente de Caixanova, Julio Gayoso, en la firma del contrato con el Concello. Al igual que sucedió en Bilbao con el museo de Frank Gehry, el edificio diseñado por el arquitecto César Portela podría convertirse en icono de Vigo, aunque con un carácter y un contenido más comercial.